'Cheíto', el hijo rapero de Camarón que no canta flamenco al pesarle “la mochila” de su padre

- José Monje apenas guarda recuerdos de su padre, Camarón de la Isla, fallecido hace 26 años, pero lo lleva tatuado en el pecho.

- "Mi hijo no quiere que le agobien; la gente le puso tanta atención que se calló, se traumatizó y ya no quiso cantar más", dice La Chispa, su madre.

'Cheíto', el hijo rapero de Camarón que no canta flamenco al pesarle “la mochila” de su padre - FERNANDO RUSO / EL ESPAÑOL
photo_camera 'Cheíto', el hijo rapero de Camarón que no canta flamenco al pesarle “la mochila” de su padre - FERNANDO RUSO / EL ESPAÑOL

Un reportaje de Pepe BarahonaFernando Ruso publicado en exclusiva en EL ESPAÑOL

A José nadie lo llama así. Su abuela le apodó Cheíto por el personaje de la telenovela Topacio, hizo gracia y se le quedó. No debió disgustarle el mote cuando se lo tatuó en la espalda. Era el primero que se hacía. Luego se marcaría el pecho con el rostro de su padre, Camarón de la Isla, y su madre, La Chispa.

Cuando Cheíto empezó a cantar flamenco, Camarón ya faltaba. José Monje júnior, el pequeño de cuatro hijos, nació en noviembre de 1991 y su padre falleció en julio de 1992 a la edad de 41 años. Apenas le quedan recuerdos del año escaso que vivió con el artista de San Fernando.

Dolores Montoya, La Chispa, recuerda a su niño canturreando desde los tres años, siempre flamenco. A veces en compañía de Alonso, el hijo de Rancapino; pero llegado un día, poco antes de los nueve años, Cheíto calló. Así, sin más.

“Ya no volví a echar la voz”, resume Cheíto, desdramatizando la situación con una media sonrisa. “De buenas a primeras pasó —sigue—, yo me callé”.

—¿Por qué se calló?

—Yo cantaba flamenco y no volví a cantar. [Ríe]. No sé, me callé. No por temor. No sé. Un rollo chungo que me daría en la cabeza de chico.

“Mi hijo no quiere que lo agobien, le pasa como a su padre —justifica La Chispa—; la gente le puso tanta atención que se calló, se traumatizó y ya no quiso cantar más”. Hasta hace pocos meses.

“Tuvieron que venir de fuera a subirme la moral”, confiesa el joven a pocos días del 26 aniversario de la muerte de su padre. En noviembre cumplirá 28 años.

Cuando José canta no es Cheíto, se apoda Mancloy, su nombre artístico, que significa príncipe en caló, la lengua de los gitanos; tampoco se arranca por tangos, alegrías o el resto de palos en los que se prodigaba su padre, el más chico de los Monje Montoya rapea para sorpresa de extraños, y menos de quienes lo conocen. En su casa son habituales los discos de Mucho Muchacho, Haze o SFDK.

Casi un millón de reproducciones de su primera canción

Con su primer y único tema ha conseguido más de 822.000 reproducciones en YouTube desde enero. Se llama Dicen de mí, como la canción que su padre grabó con la Royal Philharmonic Orchestra de Londres, y en ella Mancloy rapea mezclando su voz grave, casi susurrada, al torrente hiperbólico de Camarón.

La letra dice: Dicen que tengo que cantar como mi padre, al final salí raper. / Compadre no me compares, porque yo soy yo, y Camarón, el más grande.

“Esa es su carta de presentación, una declaración de intenciones de todo lo que viene después”, argumenta el productor vigués Coke Céspedes. Suya fue la idea de incluir a Camarón en el primer tema; suya es la letra, en un mano a mano con Cheíto; también suya es la labor de reforzar la autoestima de José Monje júnior.

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