Celia, la luchadora contra el acoso escolar: dejó una nota antes de morir en el acantilado

La niña, de 14 años, participó en un programa escolar basado en la prevención contra la violencia y el acoso en los centros educativos
Celia, la luchadora contra el acoso escolar: dejó una nota antes de morir en el acantilado - EL ESPAÑOL
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Según informa El Español, Celia Cavia era una niña muy activa en su instituto, el José María Pereda de Santander. Allí había llegado hacia tres añosy estaba involucrada en distintas actividades extraescolares como Danza y Teatro. En mayo de este año había estrenado, junto a todos sus compañeros, la famosa obra La vuelta al mundo en 80 días. En las fotos se la veía feliz, disfrutando del momento junto a sus amigos e intentando dar lo mejor de ella misma. Aun así, tercero de la ESO se le había complicado un poco. La niña había suspendido alguna asignatura, aunque nada fuera de lo normal para el grado de dificultad del curso.

"La recuerdo como una chica genial y muy alegre, aunque algo melancólica", apunta una de sus amigas a EL ESPAÑOL. El pasado 12 de diciembre, Celia salió antes de su instituto. Anduvo casi una hora y se dirigió a la zona de acantilados de Mataleñas. Allí, en un parque, dejó la mochila y varios libros. Dentro, una nota de despedida para sus padres. El cuerpo de Celia, de 14 años, ha sido encontrado por un barco pesquero que volvía a Santander, por la localidad de Santoña. Llevaba cinco días a la deriva. Ahora, la Policía está investigando cómo -y por qué- se produjo la muerte de la joven. La principal hipótesis que barajan los agentes es el suicidio. 

Amante de la Danza y el Teatro

Celia Cavia no estaba pasando por su mejor momento. Aunque buena estudiante, la niña, de 14 años, no había conseguido superar algunas asignaturas. Algo que le había producido una gran frustración. Además, sus padres le habían retirado el móvil durante una temporada como castigo, tal y como apunta Nius. Sus amigos comentan que Celia estaba mal últimamente; había engordado unos kilos y algunos de sus compañeros de clase aprovechaban la ocasión para hacer comentarios al respecto. Paradójicamente, Celia había participado en el Programa Tei, que ayuda a la prevención de la violencia y el acoso escolar. Aun así, Celia seguía dedicándose en cuerpo y alma a sus hobbies, como era la poesía, la danza y la interpretación. "Era una persona muy alegre, aunque cuando éramos pequeñas, a veces, se mostraba un poco triste", comenta una amiga a este diario. 

El pasado 12 de diciembre, Celia le comentó a sus compañeros de clase que se encontraba un poco indispuesta. Ante eso, le permitieron salir un poco antes de clase. A las 14:15 estaba saliendo por la puerta del IES José María Peraleda, en el centro de Santander. Esa fue la última vez que se la vio con vida. Celia tomó el camino contrario a su casa y se dirigió a la zona de Mataleñas, a casi una hora andando. Allí, llegó a un parque, donde dejó su mochila. Dentro había dejado una carta de despedida. Esa fue la primera pista que encontraron los investigadores. 

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