La 'casa de Bernarda Alba' de los Rufino: 84 años encerrados tras el asesinato de la hija mayor

Sucedió en Granada, como la obra de Lorca, entre 1904 y 1988. Juan Miguel y Agustina, con sus cinco hijos, guardaron luto y se aislaron del mundo hasta que murió el último miembro de la familia. El motivo: el intento de violación y el asesinato posterior de María Francisca, de 16 años

La 'casa de Bernarda Alba' de los Rufino: 84 años encerrados tras el asesinato de la hija mayor - EL ESPAÑOL
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Según informa Andros Lozano en EL ESPAÑOL, una ilusionada María Francisca se engalanó para acudir a su primer baile de San Isidro. Fue el 15 de mayo de 1904. Domingo. Ese día se celebraba la fiesta de los agricultores y los ganaderos en su pueblo del interior de Granada, Pedro Martínez, por aquel entonces de 5.000 habitantes.

María Francisca tenía 16 años. La adolescente, procedente de una familia sin estrecheces por las tierras, bestias y una tienda de ultramarinos que poseía, vistió su cuerpo con un traje bordado de telas finas. También se puso unos pendientes y peinó con mimo su largo pelo rubio. Era una chica delicada a la que le gustaba tocar el acordeón.

Durante el baile, un grupo de chicos de las familias más adineradas del pueblo se acercó a la joven, de una hermosura extraordinaria. Uno de aquellos mozos lanzó su sombrero a los pies de la muchacha. Era la costumbre de la época para pedir baile a las jóvenes.  

Por miedo o por timidez, María Francisca hizo caso omiso a aquel gesto, se dio media vuelta sin recoger el sombrero y se marchó del lugar. Aquellos jóvenes, sobre todo el que la había cortejado, entraron en cólera. Juntos, prometieron venganza e idearon un plan para manchar la imagen de María Francisca y de toda su familia.

Aquel grupo de mozos convenció a un albañil del pueblo para que la violara. Antonio, un chico de pocas luces, accedió. Él sería la mano ejecutora de la venganza de un niño rico resentido. En expresión de la época, tras la violación María Francisca quedaría marcada y sin posibilidades de poder casarse nunca.

Tres días después del baile, el 18 de mayo de 1904, Antonio fue hasta el número 13 de la calle De la Cuna. Allí estaba la casa de Los Rufino, como se conocía a la familia. El reloj rondaba las cuatro de la tarde. Antonio aprovechó que el padre de María Francisca estaba en el campo y que la madre estaba lavando ropa en el lavadero para abalanzarse sobre ella e intentar violarla.

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