La carta inédita de Ana Julia al padre de Gabriel desde la cárcel: 'No quiero hacerte daño diciéndote lo que pasó'

“Ya sabes que con pastillas lo intentaba quitar de mi cabeza”. Tras asesinarle, la mujer cubrió el cadáver con los tablones de la piscina de Rodalquilar

La carta inédita de Ana Julia al padre de Gabriel desde la cárcel: 'No quiero hacerte daño diciéndote lo que pasó'
photo_camera La carta inédita de Ana Julia al padre de Gabriel desde la cárcel: 'No quiero hacerte daño diciéndote lo que pasó'

Un artículo de Brais Cedeira publicado en exclusiva en EL ESPAÑOL

“Te quité lo más grande que uno puede tener”. A Ana Julia Quezada la recibieron sus compañeras de la prisión pintando pescaítos en las paredes. Luego, decidieron turnarse para dormir con ella para que no se identificase a la presa que tenía que vigilarla. Nadie quería saber nada de ella. Eso sí, nadie dentro de la prisión de Almería quería que se le olvidase el crimen que días antes había confesado a la Guardia Civil: el asesinato del pequeño Gabriel. Días después, sentada en su celda, tuvo tiempo de reflexionar. Desde allí, escribió tres cartas, dos de ellas a la periodista Ana Rosa Quintana. La tercera, a Ángel Cruz, su pareja, el padre del pequeño al que asesinó el 27 de febrero en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería). En ella, la asesina confesa suplica perdón. A ella pertenecen las palabras que abren este texto.

La carta de Ana Julia, a la que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, es una pequeña parte de la totalidad del sumario del caso. 2.000 folios para desgranar con todo lujo de detalles una exhaustiva investigación en la que se desgranan todos los movimientos de la mujer desde que se convirtió, a ojos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en la principal sospechosa del asesinato del chiquillo de ocho años.

Ya sabes que con pastillas lo intentaba quitar de mi cabeza”. Se trata de otro de los puntos clave. El día en que fue detenida, casi dos semanas después de la desaparición del pequeño, los agentes hallaron en el interior del vehículo de Ana Julia una enorme bolsa, repleta de ansiolíticos. Desde el primer momento, los agentes supusieron que este podía ser un detalle que indicase solo una cosa: que la mujer drogó a Gabriel, que le suministró algún tipo de narcótico antes de matarle. El informe de la autopsia lo descarta, puesto que en el cuerpo de Gabriel no se hallaron restos de este tipo de sustancias. Por eso, Ana Julia utiliza este tipo de mensajes en la carta a su expareja para poder armar su coartada de que todo fue un accidente. Ese extremo no lo contempla el juez.

Durante sus días en la cárcel Ana Julia reflexionó, se aisló y decidió finalmente escribir una carta a su expareja. A continuación pasamos a reproducirla de forma íntegra:

Ángel: no tengo palabras para decirte esto, pero aún así lo voy a contar. Quiero que sepas que, ante todo, que no tengo excusas por lo que hice Sñe ue se dicen muchas cosas que no son ciertas. Solo sé seguro que el miedo te bloquea porque eso me pasa a mí. Entiendo que no me creas porque es lo más normal, no tuve el valor suficiente para decirte que por un lamentable accidente te quité lo más grande que uno puede tener.

Sigue leyendo la carta completa en EL ESPAÑOL

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