Según recoge Informativos Telecinco, Jason y Charlene Evans, una pareja de Glasgow (Escocia), notaron que algo había cambiado en la sonrisa de su hija Megan, de 7 años de edad. Lo que nunca podrían imaginar es que este detalle significativo de la expresión escondía un tumor cerebral.
El padre de la menor, Jason Evans, ha explicado que detectó algo "diferente" en su sonrisa. "Había algo que no estaba bien". Por eso, llevaron a la pequeña al hospital, donde le diagnosticaron un tumor cerebral.
Días después, la niña fue sometida a una intervención de 12 horas para extirparle el tumor. Como consecuencia, la menor sufrió dificultades en el habla, que pronto superó, y pérdida de visión, según publica el diario británico Daily Mail.
Actualmente, la menor tiene una visión del 3 por ciento, por lo que ha tenido que aprender braille y utilizar un bastón para poder caminar. No obstante, sus padres han lanzado una campaña en Facebook que les ayude a recaudar la cantidad de dinero suficiente para financiar un tratamiento disponible en Alemania con el que la niña recupere la vista.