Esto se debe a que los calambres pueden ser un marcador de enfermedad arterial periférica (EAP), lo que puede poner en riesgo la salud del corazón y del cerebro. Las personas con EAP sienten dolor debido a los depósitos de grasa en las arterias de la pierna que bloquean el flujo de sangre a los músculos, así como a las arterias que sostienen ambos órganos vitales.
Esto hace que una persona con EAP tenga muchas más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral que alguien sin la afección.
El profesor David Newby, profesor de cardiología de la Fundación Británica del Corazón, dijo: "Si siente una sensación de calambres en las pantorrillas cuando camina, puede valer la pena ver a su médico ya que puede ser un marcador de EAP. Es más común en fumadores y personas con diabetes".
Mientras que los médicos solían pensar que la EAP afectaba principalmente a los hombres, la investigación ha revelado recientemente que la afección es tan común en ellos como en las mujeres. Atañe a una de cada diez mujeres mayores de 50 años y a una de cada cinco mayores de 60 años, según el doctor Aruna Pradhan, cardiólogo y profesor asistente de medicina en la facultad de Harvard.
Dolor en movimiento
Los síntomas de PAD incluyen calambres y dolor en las pantorrillas, muslos, caderas o glúteos, pero solo en los músculos en lugar de las articulaciones. También se siente diferente del dolor muscular causado por el ejercicio que podría durar horas o días. Y a diferencia del dolor muscular causado por el deporte, éste ocurre solo durante el movimiento y se detiene después de cortos periodos de descanso.
Pradhan aseguró que "puede suceder cuando estás subiendo un tramo de escaleras o subiendo una colina y es posible que te detengas con frecuencia para descansar".