La última jarra de agua fría se ha recibido, según ha adelantado la periodista Tura Soler a ElPuntAvui, cuando la Guardia Civil y la policía alemana han descartado que el cuerpo fuera el de la chica de 22 años que había desaparecido el 20 de enero de 1990, meses antes del hallazgo del cadáver en Portbou, a Halle, en Alemania. Las huellas dactilares que se tomaron en su momento en el cuerpo encontrado y sin identificar no corresponden a las de Christina Hermert, la chica desaparecida al país germánico.
Imagen de la chica encontrada muerta en Portbou / Arxiu Tura Soler
Según detalla el mismo medio citado, las pruebas se hicieron después de recibir unas fotografías de Hermert que hacían pensar que podía ser a la chica encontrada muerta en Girona.
Las primeras informaciones ya no cuadraban -la chica encontrada en Catalunya no había sido madre, según los forenses, pero la chica alemana, sí, tenía dos hijos- pero igualmente se quisieron hacer las comprobaciones con las huellas dactilares.
De momento, pues, sigue sin saberse quién es la misteriosa chica que apareció colgada. Es una historia, sin embargo, que es complicado que se acabe aclarando. Según ElPuntAvui, los trabajadores del cementerio de Figueres, donde se enterró el cuerpo de la mujer sin identificar, tiraron el cadáver embalsamado en una fosa común el año 2001 hecho que complica mucho más seguir estirando el hilo de una investigación ya muy complicada.