Asesina a su mujer para quedarse con su dinero y poder huir con una stripper

Asesina a su mujer para quedarse con su dinero y poder huir con una stripper
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Según recoge Informativos Telecinco, Kinney, un hombre casado desde hacía 10 años, mató a su mujer de un disparo mientras dormía. Estaba enamorado de Reva, una stripper que se encontraba en prisión por conducir un vehículo sin licencia. Él le llamaba a la cárcel y le aseguraba que iban a estar juntos muy pronto.

Kinney y Erin Grasson vivían en Oklahoma City y estaban casados. Tenían una hija de cinco años y llevaban una vida normal. Pero Kinney tenía una debilidad por los clubes de striptease.

Según informa Mirror, en noviembre de 2014, Kinney hizo una llamada telefónica que fue grabada por las autoridades: “Quiero que estés conmigo todas las noches. No quiero a nadie ni a nada. Cariño, te amo más que a nada en este mundo.", le dijo Kinney a la mujer que adoraba. Pero resultó que esa mujer no era su esposa, sino una bailarina de striptease llamada Reva. Ella se encontraba en prisión por cargos menores de conducción. Kinney le había prometido a Reva que cuando saliera de la prisión, Erin ya no estaría "en escena".

Unos días después de esa conversación, los servicios de emergenciasrecibieron una llamada de la casa de los Glasson. Cuando llegó la policía, descubrieron que Erin estaba muerta por una herida de bala en la espalda. Sin embargo, su hija, que también estaba en la casa, estaba ilesa.

Kinney le contó a la policía que estaban durmiendo cuando de repente un hombre entró en su habitación. Para defenderse, sacó su pistola de debajo del colchón e intentó disparar, pero el intruso forcejeó con él y la pistola se disparó dónde estaba Erin, que seguía dormida.

Tras una investigación, los expertos descubrieron que la trayectoria de la bala no coincidía con el relato de Kinney y que no había señales de robo. Además, la policía descubrió que tenía una aventura amorosa con otra mujer y tuvieron acceso a las grabaciones de las conversaciones telefónicas.

A pesar de que la defensa de Kinney alegó que el tener una relación extramatrimonial no implicaba un asesinato, Reva declaró y confesó que a ella también le habían engañado. Primero le dijo que no estaba casado y cuando le descubrió le dijo que se estaba divorciando y que su hija era adoptada.

Los fiscales también señalaron que Kinney recibiría una póliza de seguro de vida de 428.000 euros y beneficios de jubilación después de la muerte de Erin. Dinero que necesitaba para mantener su relación con Reva, y posiblemente para sacarla de la cárcel.

Después de que el jurado deliberase durante dos horas, Kinney fue declarado culpable de asesinato en primer grado. Mientras le esposaban empezó a llorar y entre lágrimas dijo: “lo siento”.

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