Según recoge Informativos Telecinco, Vorkutin, un hombre procedente de Rusia, fue detenido por la policía acusado de cometer dos crímenes el mismo día de su detención. Lo llamativo de esta historia es la forma en la que las autoridades descubrieron el crimen: el propio acusado se delató al perder el teléfono delante de los policías y ver que tenía foto de los cadáveres, según el medio local Komi Inform.
Según el tribunal, Vorkutin se encontraba bebiendo junto con un amigo cuando empezaron una discusión. Tras ella, el acusado acuchilló en varias ocasiones a su amigo, causándole la muerte. Además, el asesino volvió a clavar hasta 4 veces más el cuchillo en el cuello de la víctima, y tras ello se hizo un selfi con el cadáver, le robó todos los electrodomésticos y se fue.
Al huir, cogió un taxi y fue al centro de la ciudad, donde volvió a asesinar a un transeúnte con el mismo cuchillo por una disputa, y de nuevo le robó su teléfono móvil. Tras estos dos crímenes comenzó a beber en un restaurante, y empezó a estar ebrio, por lo que volvió a meterse en problemas con los clientes del bar. Ante esto llamaron a la policía, y fue detenido por alterar el orden público.
Para sorpresa de los policías, ese no era el único delito que había cometido. Al llegar a comisaría se le cayó uno de los teléfonos móviles robados y en la pantalla se vio una fotografía de él con el cadáver de su amigo. Ante esto las autoridades comenzaron a interrogarle y descubrieron que había asesinado a dos personas.
La Corte Suprema de la República de Komi le ha sentenciado a 20 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad por ambos asesinatos.
