Alquila su vientre y descubre que uno de los bebés es suyo y el otro, de la madre biológica

El sencillo y curioso truco que arrasa para que tu bebé se tome los medicamentos
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Según recoge Informativos Telecinco, cuando Jessica Allen decidió alquilar su vientre, seguro que no se imaginaba la "pesadilla" que iba a vivir. Al nacer los dos bebés tras una fecundación in vito, la gestante descubrió que, para su sorpresa, uno de los niños tenía rasgos asiáticos como la familia biológica y el otro, afroamericanos. Tras las pruebas de ADN, descubrió que uno de los pequeños era en realidad su hijo, pero el otro no.

Jessica Allen decidió subrogar su vientre en 2015. Tiempo después, llegó una familia china a su vida y se dispuso a realizarse una fecundación in vitro con el esperma del marido, un proceso ilegal en su país. 

A los seis meses de embarazo, descubrió que iba a dar a luz a dos bebés. "Estaba un poco asustada, pero me dijeron que a los Liu les agradaría la noticia", explica la gestante al Daily Mail, quien vio como el dinero que recibiría aumentaba.

Unos meses más tarde, nacieron los dos bebés. Debido a las políticas de la agencia de fertilidad, Jessica no pudo ver a los niños, que estaban sanos. 

Su sorpresa llegó cuando recibió una fotografía de la madre. "Le dije 'wow, ¡son diferentes entre sí!", explica Allen a The Sun. Uno de los pequeños tenía rasgos asiáticos, como la familia donante, mientras que el otro parecía afroamericano, como el marido de Jessica. 

Extrañada, dado que por contrato ella no podía mantener relaciones sexuales durante el proceso de fertilidad, habló con la agencia. Tras unas pruebas de ADN, se confirmaron sus sospechas: uno de los bebés era biológicamente suyo.

Superfetación, ese es el nombre de lo que le sucedió. O lo que es lo mismo, Jessica estaba embarazada antes de la fecundación in vitro. 

En ese momento, comenzó la batalla legal de Jessica y su marido Wardell Jasper para conseguir la custodia de su hijo biológico. La agencia de fertilidad ofrecía dos opciones: entregar al bebé a otra familia o ponerlo en adopción hasta que la pareja china pudiera quedarse con él. 

"Queremos a nuestro hijo", le dijeron a la agencia. Pero no fue tan fácil. Tuvieron que pasar por los juzgados para recuperar a su pequeño, que ahora es feliz en su casa de California junto a sus padres y sus dos hermanos.

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