Alertan de la última y peligrosa moda entre los jóvenes: Globo con óxido de nitrógeno

Se ha puesto de moda en los botellones
Botellón en la plaza Pedro Zerolo de Madrid durante las fiestas del Orgullo 2021
photo_camera Alertan de la última y peligrosa moda entre los jóvenes: Globo con óxido de nitrógeno

Según recoge El Caso, una de las imágenes del final de verano en la ciudad de Barcelona han sido los botellones descontrolados, sobre todo, en Sants, y las peleas derivadas. Pero de estas imágenes ha sorprendido la presencia de un objeto que no se acostumbra a asociar con fiestas etílicas en la vía pública: globos de colores.

¿Cómo es que salen globos a los vídeos de los botellones y a las peleas de Sants? La explicación es el gas de la risa. Una nueva y peligrosa moda.

No son inofensivos globos para pasar de manera más entretenida la fiesta los últimos días de verano. En el interior del globo hay N2O, lo que se conoce como óxido de nitrógeno, gas hilarante o gas de la risa. Los jóvenes han encontrado en este gas, que se utiliza en el sector automovilístico, en la industria farmacéutica y a la gastronomía para inhalarlo como una droga, presuntamente, inofensiva.

La prueba que los jóvenes de las imágenes inhalaban este gas es el recipiente que obtuvo ElCaso.com después del desalojo, por parte de la Guardia Urbana y de los Mossos d'Esquadra, de la plaza de los Países Catalanes, en Sants, el pasado domingo. Cuando los jóvenes abandonaron la zona dejaron atrás bolsas de plástico, botellas de vidrio, latas y también un recipiente metálico de este gas.

Tal como se puede ver en la fotografía que acompaña esta noticia, se trata de un cilindro de la marca Cream Deluxe que habitualmente se utiliza en hostelería. El recipiente de N20 se puede encontrar en venta en la tienda de la misma marca por menos de 30 euros y también en otras tiendas, y en otros formatos, por precios no mucho más altos.

No siempre los jóvenes que inhalan este gas utilizan recipientes tan grandes, muchas veces se pueden ver en envases más pequeños, los que se utilizan como recarga por los sifones de hostelería, que quedan más disimulados. En grandes fiestas, sin embargo, entre varios jóvenes, compran estos cilindros mayores y tienen para toda la noche.

¿Qué efectos psicotrópicos tiene el 'gas de la risa'?

Este gas entró a España, como un producto de diversión, en Mallorca, exportado por turistas británicos que encontraban la manera de divertirse con un producto que era legal y sin calibrar demasiado la peligrosidad.

Poco a poco se fue popularizando, sobre todo entre los turistas extranjeros, y ahora ya parece un producto utilizado por todos los jóvenes, como demuestran las imágenes de Sants. Provoca un relajamiento muscular que genera reír casi sin traba, efectos psicodislépticos, estado de euforia y también rebaja el umbral del dolor y es considerado, en el consumo humano, como una droga recreativa.

El gas de la risa es nocivo, pero no es ilegal comprarlo

El gas no es inocuo. Según varios especialistas, provoca reacciones físicas preocupantes como irritación de los ojos, nariz y garganta; reducción de la presión arterial, del ritmo cardiaco y respiratorio; alteraciones en la circulación sanguínea; pérdida del sentido crítico y del conocimiento; daños pulmonares y en el sistema nervioso, entre otros. Algunos de los expertos aseguran que podría generar un efecto parecido a la inhalación de cola -que, al mismo tiempo, también es un producto parecido, que no es ilegal comprarla, ya que tiene un uso diferente que sí que está permitido.

Vender este tipo de gas es legal. Comprarlo por internet es fácil, y es normal, teniendo en cuenta que se utiliza en muchos campos, también en la cocina no profesional, en casa. Sin embargo, comercializarlo para consumo recreativo, es decir, para ser ingerido o inhalado es considerado un delito contra la salud pública que está recogido en el Código Penal español. No se conoce que los Mossos d'Esquadra hayan detectado grandes puntos de venta -en lugares como Mallorca hay personas por calle vendiendo globo y pequeñas cargas de gas- o de consumo generalizado, pero es un hecho que ya ha puesto en alerta a la policía.

Las imágenes de Sants demuestran que el consumo de este gas convertido en droga se está popularizando.

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