"Creo que cuanto más miremos, más encontraremos que estos coronavirus están saltando a nuevas especies por todas partes", afirma Stanley Perlman, virólogo de la Universidad de Iowa.
Los investigadores no han vinculado ninguno de los dos nuevos virus a la enfermedad humana. Y no hay evidencia de que los dos nuevos coronavirus puedan transmitir entre personas. Cada infección puede haber sido un salto a una persona desde un huésped no humano. No obstante, hay investigadores que temen que los virus puedan evolucionar esa capacidad.
Los coronavirus caninos, en el punto de mira
Una secuencia completa del genoma del virus encontrado en un paciente malasio, divulgada en Clinical Infectious Diseases, revela una quimera de genes de cuatro coronavirus: dos coronavirus caninos previamente identificados, uno conocido propio de gatos, y el cuarto que parece un virus porcino. Este es el primer informe que sugiere que un coronavirus canino puede replicarse en las personas. Los investigadores han cultivado el virus en células tumorales de perros, pero aún no en células humanas.
A diferencia del SARS-CoV-2 y otros coronavirus humanos conocidos, "no tenemos ninguna evidencia clara de que esta cepa particular coronavirus canino esté mejor adaptada a los seres humanos", dice la viróloga veterinaria Anastasia Vlasova, de la Universidad Estatal de Ohio (OSU), Wooster, autora principal del estudio, en declaraciones recogidas en Sciencemag.org. Las infecciones humanas por coronavirus canino pueden ocurrir "a una frecuencia mucho mayor de lo que pensábamos", agrega antes de señalar que no sabemos con seguridad que este virus no se transmita entre personas.
Los ocho niños malasios con evidencias de coronavirus de perro vivían principalmente en casas tradicionales, aldeas rurales o suburbanos en Borneo, donde probablemente tenían exposición frecuente a animales domésticos y vida silvestre de la selva. Estuvieron entre los 301 pacientes hospitalizados con neumonía durante 2017-18 y los investigadores analizaron sus muestras nasofaríngeas en busca de una gran variedad de coronavirus humanos y no humanos.
Los diagnósticos hospitalarios de entonces no detectaron coronavirus de perros y gatos. Tampoco se buscaron. Ahora, toda la nueva secuencia de virus de las muestras de estos niños si se asemeja más a un coronavirus canino. La secuencia de su proteína spike, que se une a los receptores celulares huésped para iniciar una infección, está estrechamente relacionada con la secuencia de picos de coronavirus canino tipo I y la de un coronavirus porcino conocido como virus de gastroenteritis transmisible (TGEV). Y una parte de la proteína spike tiene una similitud del 97% con el pico de un coronavirus felino.
El animal que realmente transmitió el nuevo virus a la gente podría haber sido un gato, cerdo, perro, "o algunos carnívoros salvajes", dice Vito Martella, virólogo veterinario de la Universidad de Bari en Italia, que planea examinar muestras fecales almacenadas de niños italianos con gastroenteritis aguda para ver si puede encontrar algo similar.
Los investigadores ya sabían que tres subtipos de coronavirus caninos se mezclan fácilmente con coronavirus felinos y porcinos. "Lo que es más sorprendente es que estos virus de animales pueden realmente causar enfermedades en una persona", señalan Perlman.
Los científicos dividen los coronavirus en cuatro géneros (alfa, beta, gamma y delta) y el nuevo es un alfa. Es el tercer alfa en infectar a las personas. Los otros dos causan resfriados comunes y la mayoría de las personas están expuestas a ellos al principio de la vida. Eso explicaría por qué sólo los niños se enfermaron por este nuevo virus. Ralph Baric, virólogo de la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, sugiere que los adultos pueden tener cierta inmunidad al recién nuevo coronavirus alfa debido a la exposición repetida a los otros dos.
Hasta ahora, los coronavirus humanos más peligrosos —SARS-CoV-1, SARS-CoV-2 y MERS-CoV— son betas. Los investigadores no han visto que los alfas desencadenen un brote de enfermedades graves en los seres humanos, dice Neuman.
Coronavirus porcino en las personas
En marzo, investigadores de la Universidad de Florida informaron de la primera evidencia de un coronavirus delta porcino en personas, concretamente en tres niños haitianos que tuvieron fiebre en 2014- 15. Los investigadores transfirieron muestras a células de mono y fueron capaces de cultivar un virus que coincidían, genéticamente, con coronavirus porcinos conocidos. Este trabajo aún está pendiente de la revisión por pares.
Inicialmente se pensó que los coronavirus delta infectaban sólo a las aves. En 2012, un coronavirus delta infectó a cerdos en Hong Kong. "Parece haber saltado de los pájaros cantores", afirma Linda Saif, coronaviróloga de la OSU, quien aisló el virus en cultivos de células porcinas.
El mismo virus causó un importante brote mortal en cerdos pequeños en los Estados Unidos en 2014. Desde entonces se ha demostrado que infecta las líneas celulares de humanos, cerdos y pollos. "Es por sí solo, un virus que infecta especies aviares y de mamíferos. No hay ningún otro coronavirus que yo sepa que pueda hacer esto”, dice Baric.
Algunos virólogos han calificado el coronavirus delta de Hong Kong como una amenaza pandémica. El virus haitiano difiere considerablemente y los virólogos quieren buscar en niños y adultos locales anticuerpos. Si se confirma su capacidad para infectar a las personas, también puede ser visto como una amenaza pandémica, dice Saif.
La enfermedad animal una cuestión de salud pública
En conjunto, los dos informes señalan la importancia de las enfermedades animales en la salud pública y la necesidad de vacunas contra el coronavirus para los animales domesticados. "Esta investigación muestra claramente que se necesitan desesperadamente más estudios para evaluar preguntas críticas sobre la frecuencia de la transmisión de especies cruzadas de coronavirus y el potencial de propagación de persona a persona", dice Baric.
Gregory Gray, de la Universidad de Duke, autor principal del estudio sobre coronavirus quimérico malasio, también aboga por la vigilancia entre los pacientes con neumonía en zonas calientes para nuevos virus o grandes poblaciones donde animales y humanos se mezclan, como mercados de animales vivos y grandes granjas. "Estos efectos de contagio llevan años", dice Gray. "No es como en las películas. Pasan por diferentes pasos para infectar a los humanos".
