Todo comenzó en agosto, según ha relatado su hijo, Shane Dwight Peoples, en redes sociales. Darlene y Peoples comenzaron a sufrir algunos de los síntomas de la covid-19 y tuvieron que ser ingresados en el centro Novant Health de Salisbury.
"Mi madre empezó a sufrir fiebre y perdió el gusto. Mi padre se enfermó dos días más tarde", explica el hijo del matrimonio. "Dos semanas después fueron trasladados a la UCI. Todo se fue al garete, todo empeoró", lamenta.
Tras más de 30 días ingresados, la pareja comenzó a empeorar de forma considerable y los trabajadores del centro reunieron a los dos para que pudieran despedirse: "Nos dejaron con cuatro minutos de diferencia entre ellos", escribe Peoples. "Murieron tomados de la mano y tomados de la mano entraron al cielo", recuerda su hijo.
Peoples afirma sentirse con "ira acumulada" por las personas que aún siguen negando la existencia del virus: "Las vidas de mamá y papá fueron robadas por un virus del que muchos bromean a diario o simplemente creen que es un engaño de algún tipo. Pese a que ambos se tomaron esta pandemia en serio, enfermaron y murieron".
Para terminar, Peoples ha pedido a quienes lean su historia que se laven las manos, que usen mascarilla, que respeten la distancia de seguridad y que, más allá de la enfermedad, "disfruten de cada momento con sus padres como si fuera el último, porque podría serlo".