Las redes sociales de Harmon han sido un escaparate constante de apoyo a las teorías antivacunas y un potente altavoz desde el que criticaba a médicos, sanitarios y políticos por su lucha contra una pandemia que no reconocía.
En alguno de sus mensajes llegó a asegurar que "tengo 99 problemas, pero la vacuna no es uno de ellos". Tras reconocer que "he luchado contra esto tan duro como he podido", Harmon aceptó ser intubado y conectado a un respirador artificial para intentar superar la grave neumonía que le había ocasionado el contagio con el virus de la covid-19.
A pesar de la gravedad de su estado, Harmon no dejó de mandar mensajes a través de sus redes sociales con imágenes de su situación en el hospital y reconociendo los graves daños que le estaba dejando la enfermedad en sus pulmones. Tampoco dejó e insistir en su rechazo a ser ya que, aseguraba, "su fe religiosa le protegería".
El máximo representante de la iglesia a la que pertenecía Harmon, Brian Houston, lamentó en un mensaje el fallecimiento de uno de sus más allegados seguidores, aunque insistió en que la decisión de vacunarse es "personal" y que cada individuo ha de tomarla apoyándose en el consejo de profesionales médicos.
Oren Friedman, el doctor que ha atendido a Harmon tras su ingreso en el hospital, asegura que "prácticamente todas las personas que enfermas de gravedad ingresadas en el hospital no han sido vacunadas".