Las 96 horas de Peseto Loco en la "guerra" del taxi: duerme en el coche y se asea con toallitas

Líder de la plataforma Caracol y reconocido líder del sector radical del taxi, abandera las movilizaciones del gremio

Las 96 horas de Peseto Loco en la "guerra" del taxi: duerme en el coche y se asea con toallitas - EL ESPAÑOL
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Un reportaje de Gonzalo Araluce publicado en EL ESPAÑOL

Micrófono en mano, pantalones militares, rodilleras de combate y chaleco amarillo. Su silueta es inconfundible. Nariz aplastada de ex boxeador, pelo rapado por los laterales, corte en la ceja izquierda. Nos acercamos a él: "¿Peseto Loco?". Sonríe. Se mueve con comodidad en la "guerra" -así la llama él- del taxi en Ifema. Es uno de los líderes del gremio y lleva cuatro días en las frías trincheras.

¿Cuatro días? "Pues duermo en el coche y le pido a mi padre, que también es taxista, que me traiga toallitas de esas de bebé para poder asearme, algo de ropa...". Peseto Loco es el hombre que llama a la "guerra" del taxi en Madrid. Forma parte de la plataforma Caracol y levanta la voz para hacerse oír entre los petardos y los gritos de sus compañeros.

Es miércoles por la mañana. Huele al fuego de las barricadas en la puerta de Ifema, donde se celebra Fitur. Los taxistas aprovechan la celebración de la Feria de Turismo para presentar sus reivindicaciones. Bloquean los principales accesos con sus coches. Hacen vida en las calles. "Y por el tiempo que hagan falta", sostienen, mientras se dirime su contencioso con los vehículos VTC. Hay desorden; mucho. Pero un desorden planificado que logra paralizar las inmediaciones.

Las lágrimas de Peseto

Es ahí donde surgen algunos líderes que coordinan a los taxistas. Peseto Loco (Algete, 1982) es uno de ellos. Quien haya leído EL ESPAÑOL sabrá que Nacho Castillo -ese es su verdadero nombre- es el líder de los radicales del gremio: "Vamos a morir matando", decía en 2017. Es el rostro visible de la lucha contra Uber y Cabify. Dice que "persigue a las cucarachas". Entre sus propios compañeros hay quienes dicen que su trayectoria es, cuanto menos, polémica. Pero a él poco le importa. Seguirá adelante y estos días lo hace en Ifema.

Cuatro días. Con el megáfono, pide a sus compañeros que respeten a los periodistas: "No seáis agresivos, no les deis carnaza, porque eso es lo que sacarán". Hace unos días un redactor de El País fue agredido en Barcelona en una protesta del sector. También a los policías, que con un fuerte dispositivo rodean el palacio de congresos: "Son unos mandaos, y si les damos motivos para cargar contra nosotros, lo harán; ¡comportaos!".

Peseto Loco habla con sus compañeros del taxi frente a Ifema.

Atiende a los medios. Su coraza de tipo duro revienta al hablar de sus compañeros de Barcelona: "No estoy de acuerdo con mucho de lo que pasa en Cataluña, pero envidio la reacción de la gente de allí. Los taxistas se manifiestan y les aplauden. Aquí nos insultan... ¡nos insultan!". Lágrimas en el ex boxeador, nacido en Algete en 1982. Aplausos de los taxistas para Peseto Loco, que se recompone y retoma su discurso.

Los compañeros le recuerdan con el megáfono en la mano, diciendo que en Fitur "empieza la guerra de verdad". Y que "si esto no se arregla, ¡guerra, guerra, guerra!". Él ha venido preparado para eso. Dice que ya está curtido. Que ha recibido amenazas, que sale con miedo de su casa, que se asoma a las ventanas cuando escucha a sus perros ladrar.

"Pero aquí no hay problema, si me pasa algo 2.000 compañeros se van a abalanzar contra quien sea", afirma convencido. Le conocen todos y se hace notar. Él ya lleva Cuatro días en Fitur y seguirá "el tiempo que haga falta". Aunque tenga que seguir con sus toallitas. Aunque tenga que doblarse para dormir en el coche.

Fuente: EL ESPAÑOL

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