Los 100 delitos del 'Gonso': la máquina de delinquir que mató a un tendero por una litrona

“Hace dos años su tío habló con la jueza para pedirle que, por favor, le encerraran. Que el presunto homicida ahora estaba peor que cuando entró en la cárcel”

Los 100 delitos del 'Gonso': la máquina de delinquir que mató a un tendero por una litrona - EL ESPAÑOL
photo_camera Los 100 delitos del 'Gonso': la máquina de delinquir que mató a un tendero por una litrona - EL ESPAÑOL

Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, “iba a los sitios y robaba, repostaba gasolina y no pagaba. Era un chaval problemático desde joven”. El alcalde de Carmona (Sevilla), Juan Ávila, mide, entre suspiro y suspiro, las palabras que emplea para describir a Alfonso G.R., alias el 'Gonso'. Las últimas 24 horas han sido convulsas en este pueblo, a escasos 30 minutos de la capital hispalense. Y, sobre todo, han sido agridulces: se respira calma por fin, tras meses agazapados, esperando la detención del 'Gonso'; pero también desolación: se ha llevado por delante la vida del tendero Jian Lin Wan.

Alfonso G.R., 36 años, era vecino de Carmona de toda la vida. Hijo de carnicero y sobrino de policía local, tenía un largo historial delictivo a sus espaldas: detenido en más de cien ocasiones, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en su mayoría por robos con violencia e intimidación. Llevaba poco tiempo en libertad, menos de un año, pero lo suficiente como para causar alarma entre los comerciantes del pueblo.

Siempre fue conocido en Carmona. Conocido por violenta forma de ser, conocido por su largo paso en prisión -entre un lustro y una década, según afirman fuentes municipales a este periódico- y conocido por sus últimas fechorías.

No se había rehabilitado

En su familia se sabía que Alfonso no estaba bien, que no se había rehabilitado tras su paso entre rejas. “Hace dos años su tío habló con la jueza para pedirle que, por favor, le encerraran. Que el presunto homicida ahora estaba peor que cuando entró en la cárcel”, cuenta Ávila.

Sigue leyendo este artículo completo en EL ESPAÑOL

Comentarios