La hermosa localidad de Castilla-La Mancha que, según Camilo José Cela, era "una gran ciudad dormida"

En la vega del río Arlés, entre el Tajo y el Tajuña, nos recibe la Villa Ducal de Pastrana. Sus múltiples muestras de patrimonio artístico y cultural le han otorgado el título de Conjunto Histórico Artístico. En sus calles, los edificios iluminan el arte y la historia con los relatos de su pasado que, más allá de su estructura, nos hablan de sus habitantes. Personajes como la Princesa de Éboli, confinada en su palacio por sus intrigas en la corte. Pastrana se enriquece con figuras y relatos literarios; así, sus conventos carmelitas fueron fundados por Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Más tarde Moratín se instaló en la villa durante largas temporadas y, más cerca de nuestros días, Camilo José Cela la inmortalizó retratándola en su Viaje a la Alcarria. Él fue quien la describió como "una gran ciudad dormida".

La Plaza de la Hora está gobernada por el imponente Palacio Ducal, de estilo renacentista y con abundancia de elementos manieristas. La iglesia de La Colegiata data del siglo XIV, con añadidos posteriores como su portada gótica del XV y la gran reforma del XVII que predomina en su actual estructura.

El paseo nos lleva a las casonas, importantes representaciones del arte arquitectónico y del abolengo de sus antiguos propietarios: Casa del Caballero Calatravo, Palacio de los Burgos… Y también a grandes casas de distintos usos: Casa del Concejo, Casa de los Canónigos, Casa de la Inquisición…

Uno de los monumentos civiles más característicos es la Fuente de los Cuatro Caños, con un pilón hexagonal con un portacaños gallonado y cuatro mascarones de los que parten los chorros de agua, rematado con un pináculo, orbe y cruz de hierro, donde el viajero podrá descansar, refrescarse y planear su camino.

Fuente: Turismo Castilla-La Mancha

Comentarios