Cae una banda con 33 personas detenidas que cultivaba marihuana para exportar

En total, se han realizado catorce registros, en los que los agentes han intervenido 20.000 plantas de marihuana, 150.000 gramos de cogollos envasados al vacío y listos para su exportación, siete vehículos, una embarcación con motor fuera borda, un arma corta detonadora y numerosa documentación
15 detenidos e incautadas dos millones de dosis de cannabis a un grupo criminal, marihuana
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La Guardia Civil ha detenido a 33 personas, la mayoría hombres, en Segovia y las Comunidades de Andalucía (11), Castilla La-Mancha (5), Aragón (4) y Madrid (4) como supuestas integrantes de una banda que cultivaba marihuana en lugares de difícil acceso en condiciones extremas para exportarla a otros países como Alemania y Bélgica.

Según ha informado en Segovia el teniente coronel de la Guardia Civil José Luis Ramírez, quien ha comparecido en rueda de prensa junto a la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, las detenciones de la operación 'Albacos', denominada así debido a la nacionalidad albanesa de la mayoría de los detenidos, se han producido de manera escalonada a lo largo de este año.

En total, se han realizado catorce registros, en los que los agentes han intervenido 20.000 plantas de marihuana de doce cultivos, 150.000 gramos de cogollos envasados al vacío y listos para su exportación, siete vehículos, una embarcación con motor fuera borda y un arma corta detonadora.

Las 33 personas, que han sido detenidas como supuestas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, cultivo y elaboración de marihuana, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico, han quedado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Segovia y veintiuna de ellas han ingresado en prisión provisional.

La operación se abrió en Segovia a finales del pasado año, cuando la Guardia Civil, gracias a la colaboración ciudadana y la actuación policial, detectó la actividad sospechosa de cuatro personas de nacionalidad extranjera y en situación irregular que tomaban muchas medidas de seguridad en sus desplazamientos y reuniones.

Tras las primeras pesquisas, la Guardia Civil descubrió que pertenecían a una banda dedicada al cultivo y producción de marihuana para su venta a otros países de Europa, que tenía capacidad de cultivar y procesar más de 50.000 plantas al año, lo que supondría más de 1.500 kilogramos de marihuana.

El método que utilizaba era el denominado como "plantaciones de guerrilla" y se basaba en la construcción de campamentos ocultos en lugares recónditos que quedaban al cuidado de personas que permanecían allí largos periodos en condiciones muy duras, para lo que se valían de su experiencia militar previa.

Los vigilantes podían permanecer entre quince y veinte días en campamentos improvisados con tiendas de campaña sin recibir avituallamiento y en condiciones extremas de frío, como en el caso de Segovia en invierno, o de calor, con cerca de los 50 grados en algunas temporadas en Almería o Málaga.

Durante la rueda de prensa, el teniente coronel ha señalado que se trataba de una organización fuertemente jerarquizada, cuyos integrantes encargados de labores de vigilancia utilizaban técnicas paramilitares como visores nocturnos y servicios de guardias con relevos.

Cuando recibían las provisiones, abandonaban sus escondites, cargaban la mercancía y volvían al bosque en cuestión de segundos, entre otras técnicas que el teniente coronel de la Guardia Civil ha destacado por su sofisticación.

Cuatro de los 33 detenidos son mujeres, que se dedicaban a labores de logística como el alquiler de viviendas y, aunque la mayor parte de ellos eran de nacionalidad albanesa, sobre todos los que ocupaban los cargos más altos también había españoles, colombianos, italianos o alemanes, la mayoría de mediana edad.

Se calcula que han participado de este operativo unos 250 agentes entre miembros de diferentes unidades de la Guardia Civil, fundamentalmente Policía Judicial y del Servicio de Información y diversas unidades de Policía Nacional, y también se han realizado labores de coordinación con policías de Alemania y Bélgica que aún continúan abiertas.

En España, han sido localizadas doce plantaciones "indoor" y "outdoor" en seis localidades de Segovia y en Villamayor de Gállego (Zaragoza), Andújar (Jaén), cuatro municipios de la provincia de Málaga, Jimena de la Frontera (Cádiz), Durcal (Granada) y Níjar (Almería).

En el caso de Jaén, como parte de sus esfuerzos por ocultarse, la banda ubicó la plantación en un lugar al que sólo se podía acceder atravesando el pantano de El Encinarejo con una barca, que ha sido intervenida y que usaban para transportar los víveres y sacar los cogollos cosechados al exterior.

Para llevar a cabo las plantaciones, los integrantes de la banda transformaban totalmente el espacio natural, ya que talaban las superficies de pinares y alteraban los barrancos cercanos para construir balsas y así tener agua almacenada para regar los cultivos.

Conducían este suministro con mangueras, bombas de agua y motores enterrados bajo tierra y un sistema de regadío por goteo que aseguraba la máxima producción.

Además de la droga, los vehículos y el arma, los agentes han intervenido numerosa documentación y multitud de maquinaria destinada al cultivo, elaboración y tráfico de marihuana valorada en más de 300.000 euros.

El teniente coronel ha relatado que uno de ellos fue detenido en un primer estadio de la operación y se le expulsó del país, pero luego volvió a ser arrestado en la fase final de nuevo en España y ya ha ingresado en la cárcel. 

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