Según recoge El Caso, los ciberdelincuentes están aprovechando el hecho de tener mucha más gente conectada al día debido al confinamiento por el coronavirus. También los menores, uno de los grupos más susceptibles a caer en las trampas de los hackers.
Según un informe de la policía, el consumo de pornografía infantil ha crecido notablemente durante el estado de alarma: si antes de la pandemia se registraban unas 17.000 descargas semanales, actualmente hay más de 21.000.
Además, según informa el cabo de la Unidad Central de Proximidad y Atención al Ciudadano de los Mossos, Guillem Goset, a Rac1, los pedófilos buscan víctimas en las plataformas que más gustan a los menores, "van a buscar lo que les interesa donde hay un grupo numeroso de estas personas, y TikTok es la aplicación que gusta más a los niños de primaria".
Inicialmente lo que buscan es generar una relación de confianza con los niños, por eso lanzan retos o preguntas a muchos usuarios.
Con los que responden intentan construir una relación, hablando de cosas que pueden gustar al menor y haciéndose pasar por alguien de su edad. "Cuando se genera una relación de confianza es cuando el delincuente puede calcular la posibilidad de obtener imágenes o conversaciones de contenido sexual", explica Goset.
Para prevenir que los menores caigan en este tipo de prácticas se recomienda que utilicen dispositivos comunes de la familia y que no se escondan a la hora de navegar por internet.
Por último y más importante, no responder a desconocidos por mucha confianza que puedan transmitir en un primer contacto.
