El torero Enrique Ponce se sincera: "Llegué a pensar que no volvería a torear"

"Yo no entiendo la vida sin mi profesión. Y tenía que marcarme metas. Sabía que trabajando duro como he hecho, a veces extralimitándome, lo reconozco, he conseguido que lo que hace tres meses parecía imposible ahora se haya convertido en realidad", asegura

El torero Enrique Ponce se sincera: "Llegué a pensar que no volvería a torear" - EFE
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El torero Enrique Ponce, inmerso en el último tramo de su recuperación de una gravísima lesión en su rodilla izquierda, confiesa en una entrevista a Efe que lo ha pasado "tan mal" durante estos meses de convalecencia que incluso llegó a pensar que "no volvería a torear".

"Cuando llevas tantos años a un ritmo tan alto, a prácticamente no parar ni un solo mes, y te llega un parón tan brusco en el que te ves tan limitado, tan incapaz, la cabeza juega muchas veces en tu contra, más todavía cuando asumes que el destrozo que llevas es de los que pueden dejarte secuelas hasta para hacer vida normal", confiesa.

Pero el veterano espada valenciano, que este año ha cumplido 29 años de alternativa, sabe bien el sacrificio y el tesón que conlleva llevar tantos años en la cima, virtudes que le han ayudado ahora, no sólo a recuperarse de una lesión catalogada en medicina como "rodilla catastrófica", sino a acortar tanto los plazos que ya ha confirmado su vuelta al ruedos en el mes de agosto.

"Yo no entiendo la vida sin mi profesión. Y tenía que marcarme metas. Sabía que trabajando duro como he hecho, a veces extralimitándome, lo reconozco, he conseguido que lo que hace tres meses parecía imposible ahora se haya convertido en realidad", asegura.

El doctor Villamor, prestigioso traumatólogo encargado de operarle el pasado mes de marzo en Madrid, todavía no se explica cómo ha podido recuperarse tan rápido, y hasta habla de milagro. Ponce tenía rotos los ligamentos cruzado anterior y lateral interno, los dos meniscos, además de la fractura con estallido de la meseta tibial, a causa de un percance sufrido el 18 de marzo en Valencia.

Tres meses después de aquella larga y laboriosa intervención, que duró cerca de las seis horas y requirió de reconstrucciones 3D, factores de crecimiento e incluso necesitó del ligamento de un cadáver para soldar el cruzado, los galenos aseguran ahora que Ponce está a muy pocas semanas de volver a ser el que era antes de la lesión.

"Estoy muy contento, porque salvo el cruzado, que le queda un mes todavía de maduración, el resto de estructuras están perfectas. No tengo rigidez, ni dolores ni limitaciones de movilidad. Estoy para torear ya mismo; hasta el cuerpo me pide ya ponerme delante de una becerra, sentirme otra vez en la cara de un animal. Pero ahora sí que debo cumplir los plazos para volver en agosto al cien por cien", manifiesta.

Todavía queda saber en qué plaza tendrá lugar el esperado regreso. Su idea es que pudiera ser en el Puerto de Santa María (Cádiz) el 10 de agosto, pero aún quedan cosas por rematar, o podría ser en Málaga, el 14, donde sí está confirmada su presencia, al igual que en otras ferias importantes como Bilbao, Gijón, Almería o Dax (sur de Francia).

"La verdad que el mes de agosto lo tengo repletito. Toreo prácticamente todos los días de seguido desde el día 14. Quiero retomar la temporada con la misma intensidad que la dejé. Ojalá el cuerpo me lo aguante", bromea.

Sin embargo, echando la vista atrás, todavía le duele el haberse perdido todas las ferias importantes de este primer tramo de temporada, sobre todo la de San Isidro, donde este año era un pilar fundamental.

"Me dio una rabia terrible, porque después de mucho tiempo iba a torear dos tardes, una de ella la Beneficencia, y más todavía cuando han salido tantos toros que han embestido, algunos de ellos en las corridas que hubiera matado. Pero bueno, yo no sueño con los toros a los que no me he podido enfrentar, sueño con el que todavía está por llegar", dice.

Este parón no le ha impedido seguir con interés la temporada taurina: "Estoy al día, por supuesto, y me alegra sobre todo corroborar que el toreo está en un momento muy bueno. Están saliendo muchos toreros jóvenes con un futuro muy prometedor, y eso es vital para la fiesta".

"Ahora me tocará competir con ellos, algo que me hace mucha ilusión porque pienso que es muy bueno que en los carteles se combinen toreros hechos y cuajados con otros que vienen arreando. La afición es la que sale ganando, porque es la que va a poder disfrutar otra vez de la verdadera rivalidad en el ruedo", concluye.

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