Casi toda España sigue dando toros en verano, aunque ahora a coste más bajo

La realidad es que sigue habiendo los mismos festejos que entonces, aunque ahora a coste más bajo
El diestro Juan Leal en el cuarto festejo de la Feria de Ciudad Real, compartiendo cartel con Fernando Tendero y Joaquín Galdós, con toros de Las Monjas - EFE/Mariano Cieza
photo_camera El diestro Juan Leal en el cuarto festejo de la Feria de Ciudad Real este mismo año - EFE/Mariano Cieza

"Ya no hay tanto toro como hace diez años", es una de las frases más repetidas por el aficionado al observar la programación estival en los municipios españoles, pero, lejos de que sea verdad, la realidad es que sigue habiendo los mismos festejos que entonces, aunque ahora a coste más bajo.

Es decir, donde antes había una corrida de toros ahora hay una novillada sin picadores, un festival taurino, cuyo precio de organización es mucho más inferior que el de un festejo mayor, algo que, al menos, permite a muchos ayuntamientos no tener que acabar con su tradición taurina en unos tiempos pocos boyantes en lo económico y de tanta controversia política y social.

Los únicos casos en los que sí han desaparecido -al menos de momento- son en aquellas ciudades gobernadas por partidos contrarios a lo taurino, que, como al no poder erradicarlos por ley, buscan otras estrategias para ir suprimiéndolos.

Es el caso de A Coruña, que desde 2015 -justo cuanto entró en el gobierno Marea Atlántica- decidió no financiar corridas de toros con dinero público.

Pero salvo esta excepción, la tradición taurina en España goza de buena salud, sobre todo en esta época estival, donde prácticamente todos los municipios acogen algún espectáculo taurino con motivo de sus fiestas patronales.

La diferencia es que ahora, en lugar de organizar festejos mayores, algunos municipios optan por el ahorro, con festivales taurinos, donde los emolumentos a los toreros son mucho más bajos que si se vistieran de luces, o con novilladas sin picar o clases prácticas para escuelas de tauromaquia.

Pero las grandes ferias, las de las capitales de provincia, siguen celebrando sus ferias taurinas, en el litoral mediterráneo continúan con sus "Bous al Carrer", y los municipios de la Meseta Central no renuncian a sus encierros, concursos de recortes u otros festejos populares.

Sin olvidar la cantidad de plazas que se han recuperado estos últimos años, otra gran noticia para el sector.

La más mediática, sin duda, ha sido la de Palma de Mallorca, donde las corridas han regresado después de un año en blanco tras la polémica y erradicada ley de los "Toros a la Balear", otra de las fórmulas con las que se ha tratado de acabar con la Fiesta en ests islas de forma encubierta.

Pero también ha habido un gran número de municipios españoles que han vuelto a dar toros después de muchos años.

Es el caso de Villena (Alicante), que, después de cinco años, vuelve a anunciar una corrida de toros para el 7 de septiembre; o Barcarrota (Badajoz), que, tras varios años solamente celebrando festejos populares, dará ahora una corrida, ese mismo día, con Perera, Pablo Aguado y Juanito en el cartel.

En la Comunidad de Madrid se han recuperado las plazas de Parla y Miraflores de la Sierra, que llevaban sin celebrar festejos taurinos uno y cinco años, respectivamente, y que representan el contrapunto a Alcalá de Henares y Leganés, que son, en cambio, las que mantienen suspendidas sus ferias.

En la primera de ellas hay ya programada una corrida de toros para el 8 de septiembre con El Cid, Javier Cortés y Román; y Miraflores acogerá una novillada picada y otra sin picar, cuyos beneficios irán destinados a la reforma de la residencia de mayores del municipio.

También en Pinto se ha restablecido la tradición taurina después de dos años en blanco, pero en este caso con dos encierros que tuvieron lugar a primeros de agosto con motivo de sus fiestas patronales.

La Solana (Ciudad Real) dio también una novillada picada el pasado 28 de julio tras dos años sin dar ningún festejo; Gerena (Sevilla) recuperó también su tradición al cabo de trece años con un festival taurino en febrero; y en Zalea, una pedanía de Pizarra (Málaga) los toros regresaron tras ocho años con otro festival.

Por último, Polaciones (Cantabria), localidad natal de Miguel Ángel Revilla, dará una corrida de toros este 1 de septiembre, sin olvidar el trabajo que está realizando la Fundación del Toro de Lidia para hacer revivir los toros en Cataluña, concretamente en Olot (Barcelona), aunque el devenir de esta lucha se prevé larga y, posiblemente, poco fructífera.

El caso es que el toreo no goza de tan mala salud como algunos desearían, aunque en el debe haya que seguir trabajando para llevar todavía más gente a las plazas, sin duda, el único salvoconducto para que el futuro sea igual de halagüeño que el presente. 

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