La decisión del Arzobispado de solicitar al Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo) la demolición "integral" de la iglesia 'San Juan de Ávila' tras los daños en la estructura por la caída de la cúpula y parte de los muros, no ha estado exenta de críticas por parte de algunos sectores favorables a mantener el patrimonio arquitectónico de la ciudad, como es el caso del historiador talaverano César Pacheco, quien cree que es "una medida desacertada".
En declaraciones a Europa Press, Pacheco ha opinado que no sería necesaria la demolición total del edificio religioso, no sólo por cuestiones técnicas y económicas que lo aseguran, sino que además ha apuntado a que "bastaría con hacer una reconstrucción en vez de optar por un edificación de nueva planta".
Entre sus razones, figura la necesidad de mantener la planta circular de la iglesia ya que se trata de un "edificio único de arquitectura religiosa en Talavera", que se hizo siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II, que promulgaba una iglesia más colectiva y unitaria, y "esa forma arquitectónica lo propiciaba".
Para Pacheco, este tipo de edificios se han convertido con los años en una "seña identitaria" en el campo arquitectónico de la ciudad, por lo le parece un "error" perderla así, si no se va a hacer otra con un diseño muy similar al que había.
MAYOR VISIÓN DEL PATRIMONIO
En este sentido, el historiador talaverano ha explicado que desde el colectivo Arrabal al que pertenece, se han preocupado de inventariar edificios del siglo XX, en base a "una visión más amplia del patrimonio cultural, que no son sólo las iglesias, murallas o palacios del siglo XVIII, hay edificios del siglo XX que merece la pena conservar porque forman parte de una fase de la historia de la arquitectura de la ciudad".
El derribo total va a suponer "una privación de la lectura continuada de lo que significaba la aplicación de nuevos diseños y maneras de hacer una arquitectura religiosa".
Por ello, Pacheco considera que por lo menos "deberían mantener la voluntad de conservar una parte del edificio que podría suponer un 40 por ciento", y así afrontar una reconstrucción "mucho más económica de la que se quiere hacer levantando un edificio de nueva planta".
