Los vecinos de Seseña improvisan viajes de fin de semana huyendo del humo

Antes de que comenzara el desalojo, la mayoría de los vecinos del residencial 'El Quiñón' de Seseña, donde viven o "duermen" 6.500 habitantes, han emprendido un viaje improvisado de fin de semana huyendo del intenso humo que envuelve sus casas

Los vecinos de Seseña (Toledo) improvisan viajes de fin de semana huyendo del humo por el incendio del cementerio de neumáticos - EFE/Ismael Herrero
photo_camera Los vecinos de Seseña (Toledo) improvisan viajes de fin de semana huyendo del humo por el incendio del cementerio de neumáticos - EFE/Ismael Herrero

Antes de que comenzara el desalojo, la mayoría de los vecinos del residencial 'El Quiñón' de Seseña, donde viven o "duermen" 6.500 habitantes, han emprendido un viaje improvisado de fin de semana huyendo del intenso humo que envuelve sus casas desde esta madrugada.

Es viernes y podría ser usual que muchas de las personas que viven en esta urbanización salieran de viaje de fin de semana pero lo que ninguno de ellos esperaba era tener que marcharse por la "amenaza" que ha aparecido frente sus balcones, una nube negra de humo que los vecinos llevan contemplando perplejos, pero no sorprendidos, aseguran, desde que a las 1.20 horas comenzó a arder el cementerio de neumáticos de Seseña, considerado el mayor de Europa.

Esta es una situación que "se veía venir", de "puro interés económico que tarde o temprano iba a ocurrir", afirma Pablo, uno de los vecinos que llegó hace seis años a Seseña, que apunta también que en el lugar donde ha comenzado el incendio, entre Seseña (Toledo) y Valdemoro (Madrid) "trabajaba gente muy extraña" y donde "nadie podía acceder".

"¿Qué estarían haciendo ahí?", se cuestiona Manuel, otro de los vecinos que participa en la conversación, que aprovecha para criticar "la pasividad política" ante el problema, tras el anuncio que ha hecho hoy el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sobre el acuerdo que habían alcanzado para extinguir este cementerio de neumáticos.

Según afirma Francisco José, otro de los vecinos, que reside en El Quiñón desde hace nueve años, la retirada de neumáticos de esta zona es un proceso que "iba a durar tres años" y que no han completado porque no había "incentivos económicos para hacerlo", ya que las empresas "no se mueven por caridad" y que los pocos que han retirado, señala, era porque los vendían.

En una situación de crisis, en la que la construcción ha sido una de las más afectadas y una de las posibles salidas de estos neumáticos es hacer nuevas carreteras, se ha estancado el proceso de retirar estos residuos de un lugar "donde no deberían estar", asevera Juan, otro vecino de Seseña.

Uno de los temores que tienen estos vecinos son las posibles consecuencias que tengan sobre su salud los productos químicos que están utilizando los helicópteros y, además, la probabilidad de que la lluvia "haga que caer del cielo toda esa mierda".

Estas circunstancias han provocado que muchos de estos vecinos preparen la maleta para emprender un viaje que "no estaba preparado" y que esperan "pueda ser solo para el fin de semana", aunque las autoridades ya han advertido de que extinguir este incendio puede ser cuestión de días o semanas.

Los que no han emprendido este viaje tendrán un hogar, también improvisado, por las lluvias que han comenzado a caer esta tarde en la localidad.

Uno de estas "casas provisionales", donde no saben cuánto tiempo estarán, se encuentra en el polideportivo de Seseña vieja que han habilitado para 600 personas.

Personas que habían venido a Seseña a vivir porque, según afirman, es un lugar donde "no se respira contaminación y está cerca de Madrid", se encuentran ahora huyendo de un lugar, precisamente, por una de las razones contrarias que les hicieron ir a vivir allí.

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