Un camionero toledano atrapado en el encierro de San Fermín no volverá a correr más

Ángel Damián Ludeña Cudero, un camionero de Toledo que se encuentra hospitalizado a causa de las heridas que sufrió en el montón que se produjo durante el encierro del día 13, asegura que no volverá a correr más delante de los toros

Ivana Navarro

Ángel Damián Ludeña Cudero, un camionero de Toledo que se encuentra hospitalizado a causa de las heridas que sufrió en el montón que se produjo a la entrada de la plaza de toros durante el encierro del día 13, asegura que no volverá a correr más delante de los toros en Pamplona.

"Te lo juro que parecía que me moría", ha dicho a Efe en la habitación que ocupa en el Hospital de Navarra y que tiene previsto abandonar hoy tras recuperarse de las múltiples contusiones que padeció su cuerpo al quedar atrapado en la montonera, que provocó más de una veintena de heridos.

Con dos costillas rotas, Ángel Damián Ludeña, de 43 años, es un aficionado a los encierros que ha corrido en varias ocasiones en Pamplona, este año tres veces, y en otras comunidades, pero reconoce que no es un corredor habitual y que hay que estar preparado. "Y yo, lo reconozco, no estoy".

En el encierro del día 13, se puso a correr delante de los toros en el tramo de Telefónica con un primo que le acompañaba y se topó con el montón a la entrada de la plaza y, mientras su primo logró escabullirse por un segundo, él quedó atrapado, según ha relatado a Efe.

Los mozos que venían detrás le empujaron y cayó al suelo. "Intenté escapar, pero las piernas las tenía apretadas y no podía salir... Intenté respirar, me faltaba el aire cada vez más, cada vez más, hasta que perdí el conocimiento".

"Todo eso en cosa de minutos, no sé lo que pasaría... Cuando desperté, estaba ya en la enfermería de la plaza de toros, un médico me estaba dando golpes en la cara y me dolía el pecho. Tengo dos costillas rotas y casi todo el cuerpo morado", ha explicado.

Vivió momentos de mucha angustia, porque "cada vez me caía más gente encima, pisándome" y pensaba "que no podía salir porque cada vez me faltaba más el aire; te quedas más asfixiado e intentas sacar la cabeza y no podía y ya no me acuerdo de nada".

No obstante, recuerda que oía los gritos de ayuda y socorro y veía los pies de un miembro de la Cruz Roja, al que tocaba las piernas "para que me ayudara, pero claro, él estaría ayudando por arriba".

"No tengo ni idea si me pasó un toro por encima o un cabestro porque yo ya me quedé inconsciente. Te lo juro que parecía que me moría", ha aseverado este corredor, que ha visto "un poco" en televisión la montonera pero que no lo quiere ver ahora.

"Ya tendré tiempo", ha indicado Ángel Damián Cudero, quien achaca este incidente a la masificación existente el sábado, ya que, según ha dicho, "hay mucho borracho y mucho extranjero, que a lo mejor no han visto nunca un toro, no saben cómo correr...".

Este transportista autónomo, soltero y sin hijos, espera la llegada de su familia hoy a la capital navarra para regresar a Toledo y terminar de recuperarse en unos veinte días de las numerosas contusiones que tiene en su cuerpo.

Tras tres días hospitalizado, sigue dolorido, "con nervios y la preocupación, pero bien", y reconoce que "cada vez que lo recuerdo se me pone la piel de gallina".

"Si me recupero de ésta, me da a mí que no volveré a correr. Ahora mismo no correría, dentro de un año no lo sé, seguramente no", ha resumido este camionero toledano que cuenta en su familia con otros aficionados a los encierros de Pamplona como un hermano, también camionero, que llegó el día 10 por la noche con una carga y corrió al día siguiente.

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