Tío y su sobrino se acusan el uno a otro de asesinar al cazador de Belvís en 2013

Rufino González, apodado 'Conejo', y su sobrino Flores Alba se han acusado mutuamente de asesinar a Antonio Fernández, el cazador de Belvís de la Jara (Toledo) que desapareció el 30 de septiembre de 2013 y cuyo cadáver apareció en una finca

Rufino González, alias 'El Conejo', de 68 años, acusado del crimen de Antonio Fernández, el cazador de Belvís de la Jara, a su llegada a la Audiencia Provincial - EFE/Ismael Herrero
photo_camera Rufino González, alias 'El Conejo', de 68 años, acusado del crimen de Antonio Fernández, el cazador de Belvís de la Jara, a su llegada a la Audiencia Provincial - EFE/Ismael Herrero

Rufino González, apodado 'Conejo', y su sobrino Flores Alba se han acusado mutuamente de asesinar a Antonio Fernández, el cazador de Belvís de la Jara (Toledo) que desapareció el 30 de septiembre de 2013 y cuyo cadáver apareció en una finca con un tiro en la cabeza el 14 de febrero de 2014.

Rufino y Flores, de 67 y 53 años, han declarado esta mañana en la Audiencia Provincial de Toledo, en la primera sesión del juicio -con tribunal del jurado- que se prolongará toda la semana, y cada uno de ellos ha dicho que el asesinato y su planificación lo hizo el otro.

El fiscal pide 27 años de cárcel para Rufino y 24 para Flores, por los delitos de asesinato, robo con violencia y tenencia ilícita de armas, en tanto la acusación particular iguala las penas y las eleva a 28 años de prisión, y las defensas piden la absolución de sus clientes.

Los hechos se remontan al 30 de septiembre de 2013, cuando Antonio (que tenía 49 años) quedó con tío y sobrino para cazar en un coto de Aldeanueva de Barbarroya (Toledo) del que se encargaba Rufino, y cuando iban a pie le mataron de un tiro en el cráneo.

Ocultaron el cadáver, por un lado, y las armas, en otro lugar, y solo pasados cuatro meses y medio (el 14 de febrero de 2014) la Guardia Civil halló el cuerpo, dos días después de la detención de los dos hombres que son ahora juzgados.

Rufino, que solamente ha respondido a preguntas de su abogada, se ha declarado inocente del crimen, ha negado que fuera algo planificado y ha recalcado la "muy buena" amistad que mantenía con el fallecido, a quien conocía de la afición conjunta a la caza y con quien solía tomar café y copas.

Ha explicado que habían quedado los tres en una casa rural de Aldeanueva y desde allí tomaron el vehículo de Rufino para llegar al coto.

Según 'Conejo', ya en la finca iban a pie Antonio y él, cuando Flores le disparó desde la espalda de ambos: "le dije voy a llamar a la Guardia Civil, que te has vuelto loco. Pero me dijo no, no, nosotros lo enterramos".

Ha continuado que él le quitó la ropa al fallecido para ver "si le podía recuperar" e incluso "le cerré los ojos", y ha responsabilizado del crimen a su sobrino y a una mujer, empleada de un club nocturno, que, en su opinión, engañó a Flores para que matara a Antonio ya que de esta forma no tendría que devolverle un dinero que le debía.

Por su parte, Flores Alba -a quien el juez ha advertido de que no interrumpa, ya que ha dicho a su tío "no digas mentiras" mientras declaraba- ha respondido a todas las preguntas que le han formulado y se ha confesado "culpable" de ayudar a Rufino a enterrar el cadáver, lo que hizo "por miedo" a 'Conejo', porque es un hombre "muy violento", ha manifestado.

Ha explicado que conocía a Antonio "de haberle visto un par de veces" y ha dicho que vivía con su tío, en una casa del Camino de los Caños de Talavera de la Reina, porque le habían cortado la luz y el agua en su domicilio del barrio talaverano de Patrocinio.

El día los hechos, ha indicado, una vez en la finca, él iba caminando delante, entre las jaras, cuando oyó un disparo y al volver hacia atrás vio a Antonio en el suelo y a su tío con la pistola en la mano.

Ha reconocido, no obstante, que días antes había ayudado a Rufino a excavar un foso en la finca -donde después ocultaron el cadáver-, aunque creía que era "para enterrar otra cosa", no un cadáver, y ha agregado: "yo no sabía que le iba a matar, si lo sé no habría ido".

Flores ha precisado que no sabe los motivos que llevaron a su tío, según él, a asesinar al cazador, y ha precisado que él indicó a la Guardia Civil donde estaba el cadáver enterrado.

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