La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha (Fademur) ha creído un "éxito" el programa 'Tierra de Emprendedoras' que, con ferias, jornadas y muestras artesanas, ha llevado a muchos pueblos de la provincia de Toledo alternativas de futuro en el medio rural.
Según ha informado la federación en nota de prensa, un total de 88 mujeres han participado en este proyecto, fomentando la incorporación a la actividad económica, difundiendo ayudas a emprendedores y promoviendo su propio entorno rural.
Por otro lado, han conseguido generar nuevas opciones para la comercialización de sus producciones dándoles la oportunidad de participar en ferias a través de programas interprovinciales y con otras comunidades autónomas.
Desde Fademur han destacado que Castilla-La Mancha dispone de "un gran potencial en cuanto a diversidad medioambiental, de especies agrícolas muy variadas, de una producción ganadera de primerísima calidad por sus condiciones agroclimáticas y de paisajes singulares que la convierten en un entorno con grandes posibilidades de turismo rural de excelencia".
Con este proyecto, la federación ha involucrado a localidades como Belvis de la Jara, Tembleque, Oropesa, Navalcán, Mejorada, Madridejos, La Iglesuela, Espinoso del Rey, Cobeja, Almendral de la Cañada, Camarena y San Bartolomé de las Abiertas.
A través de él, Fademur pretende facilitar a las mujeres las herramientas para participar activamente en el ámbito socioeconómico e involucrarlas en el desarrollo de sus municipios, mejorando su empleabilidad y reduciendo el riesgo de exclusión.
Las ferias, muestras y jornadas ofrecen una visión nueva de los negocios y la vida que existe en el entorno rural del siglo XXI en la región con diferentes modelos de empresa que varían desde la artesanía a la alimentación o los productos de estética.
Asimismo, están generando una amplia red de contactos y transmisión de conocimiento, algo que Fademur ha valorado como "fundamental".
Su presidenta, Elisa Fernández, ha asegurado que el patrimonio natural, cultural, social y medioambiental está en manos de las mujeres en muchas ocasiones y que una herramienta de supervivencia para el mundo rural del siglo XXI es la promoción del tejido empresarial, orientado al autoempleo.
