El Colegio de Médicos de Toledo condena la agresión a sanitarios de Santa Olalla

El Colegio, que considera "intolerable" que se sigan produciendo actos de violencia contra el personal sanitario, quiere recordar que, ante estos casos, pone a disposición de sus colegiados los recursos y apoyos para afrontarlos

El Colegio de Médicos de Toledo ha manifestado su "total repulsa y condena" por la nueva agresión a personal sanitario, en este caso, a un médico y enfermera del centro de salud de la localidad de Santa Olalla que fueron golpeados este sábado cuando atendían a un paciente en su propio domicilio.

Los hechos, denunciados ante la guardia Civil, se produjeron en la mañana del sábado a manos de un paciente en el interior de su vivienda, donde golpeaba al médico y a una enfermera cuando llevaban a cabo su asistencia y, posteriormente, intentaba agredir al médico y el conductor de una UVI móvil que también había acudido al domicilio, según ha informado el Colegio de Médicos de Toledo en nota de prensa.

El Colegio, que considera "intolerable" que se sigan produciendo actos de violencia contra el personal sanitario, quiere recordar que, ante estos casos, pone a disposición de sus colegiados los recursos y apoyos para afrontarlos, a la vez que ha hecho un llamamiento, tanto a las autoridades pertinentes como a la ciudadanía, de la necesidad de promover la tolerancia cero hacia unas situaciones que merman la relación médico paciente y repercuten muy negativamente en la calidad asistencial.

Asimismo, la institución colegial ha vuelto a reiterar su preocupación ante el incremento de episodios de violencia hacia el personal sanitario que se registran en el desarrollo de la actividad asistencial e insta a la sociedad en su conjunto a respetar a quienes cuidan de la salud de todos porque "debido a la naturaleza de nuestro trabajo resulta muy difícil hacerlo a la defensiva".

Cabe señalar que desde el Colegio, como ha recordado el secretario general, Raúl Calvo, se trabaja conjuntamente con el Sescam, con las autoridades gubernativas, Fiscalía y Cuerpos y Fuerzas de seguridad del estado para, de un lado, establecer un mapa de riesgos y aumentar los recursos humanos y la vigilancia de los establecimientos sanitarios y, de otro, concienciar a la ciudadanía para eliminar esta lacra que constituye "un auténtico problema social que debemos solucionar entre todos" y formar a los propios profesionales sanitarios para elevar su autoprotección y condiciones de seguridad.

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