Investigan a un grupo criminal que organizaba cacerías en zonas protegidas

Hay seis personas investigadas, tres de ellas relacionadas con labores de guardería y protección del medio ambiente en la provincia de Toledo
Investigan a un grupo criminal que organizaba cacerías en zonas protegidas
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La Guardia Civil ha tomado declaración como investigados, no detenidos, a seis hombres que forman parte de un entramado delincuencial que organizaba batidas de caza en cotos y reservas cinegéticas de especial protección en las provincias de Toledo, Segovia y Ávila.

Según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo este viernes en una nota de prensa, estas seis personas, que tienen edades comprendidas entre los 28 y 56 años, han sido investigadas en el desarrollo de la operación 'Muffler' como presuntos responsables de seis delitos relativos a la protección de la flora y la fauna.

La investigación, que ha sido desarrollada por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), se inició a finales de 2018 después de que en la localidad toledana de de Carpio de Tajo se llevase a cabo un registro domiciliario en el que los agentes incautaron de forma preventiva 62 trofeos de caza mayor de dudosa procedencia, así como numerosa documentación.

El estudio y análisis de estas piezas de caza y de la documentación determinó que la persona que tenía estos trofeos en su casa era el responsable de dirigir y coordinar a un grupo de hombres dedicados a la organización ilegal de eventos de caza furtiva en zonas de protección especial, dentro y fuera de la provincia de Toledo.

El Seprona constató que este grupo era el responsable de la aparición de los restos de dos cabras montesas en la reserva regional de caza de la Sierra de Gredos, dentro del término municipal de Bohoyo (Ávila), que había sido denunciado en enero de 2019 por los guardas particulares de campo de dicho lugar.

Asimismo, comprobó que estas personas también organizaron, en los meses de enero y marzo del año 2019, dos jornadas de caza furtiva en la provincia de Segovia, una de ellas en El Bosque de Riofrío, espacio natural de gran valor ecológico gestionado por Patrimonio Nacional y perteneciente al Palacio Real de Riofrío, donde abatieron dos ciervos.

En este lugar el Seprona contó con la colaboración del personal del Palacio Real para esclarecer este hecho.

La segunda se desarrolló dentro del término municipal de Valsaín, en la que también abatieron varias piezas más; y también se ha confirmado su relación con otros hechos de similares características dentro del término municipal de Polán en Toledo.

Los agentes del Seprona han identificado a los seis integrantes de este grupo delincuencial, varios de ellos relacionados con labores de guardería y protección del medio ambiente, dos como guardas de caza y otro vigilante de campo (los tres en distintas demarcaciones de la provincia de Toledo) que organizaban estos eventos para beneficio propio tanto para conseguir los trofeos de las piezas como para la venta de su carne.

Las diligencias han sido entregadas en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Talavera de la Reina (Toledo) por la Guardia Civil, que propondrá que a los investigados le sea revocada su licencia de armas. 

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