Los sindicatos CCOO y UGT y la Asociación de Empresarios del Metal de Toledo han constituido este miércoles la mesa de negociación del convenio colectivo del Metal que regula las condiciones laborales y salariales de las más de 14.000 personas que trabajan en las industrias siderometalúrgicas de la provincia.
En nota de prensa, las organizaciones sindicales, que suman más del 90 por ciento de la representatividad del sector en la provincia, han informado de que han presentado a la asociación una plataforma conjunta con la que plantean una "revisión integral" del convenio 2017-2020, caducado el 31 de diciembre de 2020.
Asimismo, han indicado que, más allá de la reivindicación salarial, es necesario adecuar todo el articulado a las nuevas realidades tecnológicas y organizativas del sector y a la abundante normativa legal que le afecta y que se ha producido durante los pasados cuatro años.
Los responsables de la negociación del convenio por parte de CCOO-Industria y de FICA-UGT de Toledo, Jesús Félix Roldán y Francisco José Mota respectivamente, han expresado su confianza en que la negociación avance "con agilidad" porque la patronal conoce las realidades y necesidades del sector.
El texto elaborado por la parte social aborda, entre otras cuestiones, la nueva regulación de los derechos de conciliación, la obligación de las empresas de más de 50 trabajadores de implantar planes de igualdad, la regulación del acoso, la desconexión digital, el registro del control horario, el teletrabajo, o las responsabilidades de las industrias siderometalúrgicas en relación con la sostenibilidad medioambiental, incluida la creación de la figura del delegado de medioambiente.
Además, los sindicatos plantean un convenio con vigencia a tres años (2021-2023) para cada uno de los cuales reclaman un incremento salarial del 3,5 %, con cláusula de revisión para, en su caso, adaptar la subida en función de la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC).
En este sentido, han considerado que las mejoras salariales propuestas respetan el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y se adecúan a la actividad y productividad que tiene el sector, cuyas empresas han mantenido la producción durante la pandemia de la covid-19.
Ambos sindicatos han reivindicado también la reducción de la jornada anual para fijarla en 1.700 horas después de una década con 1.764 horas y permitir así repartir mejor el empleo, crear más puestos de trabajo y facilitar la conciliación.
