La Asociación de Hostelería y Turismo de Toledo ha exigido este martes al Gobierno de Castilla-La Mancha que no haga cambios "inesperados" en las medidas restrictivas por la pandemia de la covid-19 y "deje de criminalizar a la hostelería" con medidas que "cada vez ahogan más al sector".
En nota de prensa, los hosteleros han señalado que hasta el pasado sábado la mayoría de las localidades de la región se encontraban afectadas por medidas de nivel 2, que suponen la posibilidad de abrir los interiores al 50 por ciento del aforo permitido y los exteriores al 75 %, en ambos casos con una distancia de 1,5 metros entre mesa y mesa.
Sin embargo, han indicado que desde la publicación de la nueva resolución de la Consejería de Sanidad, las distancias en el interior tienen que ser de dos metros entre las sillas de las diferentes mesas, lo que de facto supone un recorte de aforo del local.
Según la asociación, esta "inopinada modificación" no se había comunicado de manera previa al sector, por lo que se dio la circunstancia de que había establecimientos que habían planificado y admitido reservas en base al criterio inicial.
Además, ha indicado que en los municipios afectados por medidas del nivel 3 se permitía la apertura de interiores a un tercio de su aforo y exteriores al 50 %, en ambos casos con una distancia de dos metros entre sillas, pero en el actual nivel 3 no está permitido abrir los interiores y solo se permiten terrazas al 50 % con la distancia de dos metros entre sillas.
De igual forma han apuntado que, con la instrucción anterior, la incidencia acumulada en la semana requerida para que una localidad pasara a nivel 3 de medidas era de más de 200 casos por cada 100.000 habitantes, y con la nueva instrucción para acceder a dicho nivel basta con tener 150 casos por cada 100.000 habitantes.
Para los hosteleros, esto significa que "se abaratan los requisitos para cerrar el interior de la hostelería, de nuevo sin medidas compensatorias", han lamentado.
En concreto, se han referido a tres localidades de la provincia como son Fuensalida, Yeles y Quintanar de la Orden, en las que ha dicho que, si no se hubieran cambiado los criterios, sus locales de hostelería podrían mantener abiertos los interiores a un tercio de su aforo y, sin embargo, ahora se ven obligados a cerrarlos, lo que "perjudica gravemente sus intereses y agrava especialmente la situación de los que no tienen terraza".
Con todo ello, la Asociación se ha preguntado, entre otras cosas, si volverán a cambiar los niveles epidemiológicos para tomar medidas, cuántos negocios podrán sobrevivir a más incertidumbres y si "los políticos creen que asfixiando a la hostelería y zarandeándola de esta manera se ataja sanitariamente la epidemia".
