El secretario provincial del PSOE de Toledo, Álvaro Gutiérrez, calificó la reforma de la administración local de “inútil, engañosa, basada en mentiras, incongruente y carente de rigor”, motivos más que suficientes para que los socialistas pidan “su retirada y la negociación de una nueva fruto del acuerdo y del consenso que satisfaga las verdaderas necesidades de los Ayuntamientos y los ciudadanos”.
Para Álvaro Gutiérrez, el texto aprobado por Rajoy es “un nuevo atentado normativo cometido por el PP y un verdadero disparate de quienes no tienen ni la más remota idea de lo que es un ayuntamiento, lo que representa, lo que hace, lo que gestiona y la importancia que tiene en la vida ordinaria de los ciudadanos”.
“Se trata de un proyecto de ley que está pensado por burócratas como Montoro que no conocen ni de lejos la gestión ordinaria de un ayuntamiento y a la altura de la nulidad del ministro”, criticó el socialista.
Gutiérrez resaltó que basan esta reforma local en una mentira como es el ahorro de 8.000 millones de euros que “en Europa no se creerán seguro y que en toda España sabemos que es una mentira como la catedral de Toledo de grande, una más de las que nos tiene acostumbrados el Gobierno del PP”.
El secretario general de los socialistas toledanos aseguraba que “es una ley chapucera hecha por chapuzas malintencionados que ni clarifica competencias, ni evita duplicidades, ni aligera la estructura administrativa, ni aclara la financiación de las entidades locales, como debería ser su objetivo”.
De forma que va a perjudicar fundamentalmente a los ciudadanos, puesto que “vulnerando el principio de autonomía local, da un paso atrás y despoja directamente de competencias a los ayuntamientos y abre la puerta a la privatización de servicios”.
Y es que, según la ley del PP, los ayuntamientos menores de 20.000 habitantes, que son el 98% de los que hay en la provincia de Toledo, “verán que las diputaciones les van a gestionar competencias directas de los ayuntamientos como la recogida de residuos, limpieza viaria, abastecimiento de agua, pavimentación, servicios sociales…”.
Gutiérrez considera que las diputaciones no están capacitadas para prestar esos servicios y que la evidente consecuencia será su privatización con el sobre coste que supondrá y que serán peores y más caros.
Sin olvidar, recalcó el socialista, “que los ciudadanos quieren que los servicios sean gestionados por los representantes que han elegido en las urnas y no por alguien a quien no han votado como es el caso del presidente de la Diputación”.
El hecho de que además de despojar de las competencias propias, la contrarreforma del PP prohíba a los ayuntamientos ejercer las impropias va a provocar “el disparate enorme del perro del hortelano que ni hace ni deja hacer”.
