Del pergamino a lo digital: siglos de historia en 120 millones de documentos

El Archivo Histórico Provincial cuenta con verdaderas joyas documentales en unos 120 millones de escritos, del pergamino a la digitalización

Del pergamino a lo digital: siglos de historia en 120 millones de documentos - EFE/Ismael Herrero
photo_camera Del pergamino a lo digital: siglos de historia en 120 millones de documentos - EFE/Ismael Herrero

Los archivos son una importante fuente de información histórica y más para una ciudad como Toledo, centro cultural de primer orden durante los siglos XVI y XVII, que han dejado en el Archivo Histórico Provincial verdaderas joyas documentales en unos 120 millones de escritos, del pergamino a la digitalización.

Es un cálculo aproximado del volumen de fondos que puede contener este archivo y que hace "a ojo" su director, Carlos Flores, quien, en una entrevista con la Agencia Efe con motivo del Día Internacional de los Archivos -que se conmemora cada 9 de junio- explica la función de estos centros que guardan auténticos tesoros firmados por ilustres personajes.

Entre ellos, la carta de dote de matrimonio de Miguel de Cervantes o el poder que otorgó a su mujer para administrar sus bienes, dos contratos de alquiler de Lope de Vega o la escritura por la cual Luisa de la Cerda, amiga de Santa Teresa, se comprometió a financiar el convento de San José, en Malagón (Ciudad Real).

Aunque "la estrella" del Archivo Histórico Provincial es el Greco, del que se conservan varios documentos, como el contrato para pintar 'El entierro del señor de Orgaz' o el poder que le concedió a su hijo para testar, en el que, como señala Flores, ya se aprecia una firma "temblorosa", fruto de la edad.

Este centro también conserva escritos que llevan la rúbrica del religioso Tirso de Molina y los pintores Alonso Berruguete o Luis Tristán, así como de Fray Bartolomé de las Casas, una de las figuras más importantes de la colonización española en América, además de una colección de más de 200 cartas, algunas de personalidades como Antonio Machado o Miguel de Unamuno.

Pero también está recogida "la vida cotidiana de personas corrientes", indica el director, quien sostiene que hay mucha información "muy interesante" sobre la Guerra Civil española.

Asegura que los expedientes reflejan "historias de novela", algunas "anecdóticas" -entre ellas la detención, en 1942, de una mujer por estraperlo de garbanzos, que fue sorprendida en la estación de tren en el momento en el que se marchaba a Madrid con 50 kilogramos de esta legumbre- y otras "tremendas", apostilla.

Es el caso de expedientes de depuración de funcionarios de Correos o documentos sobre los campos de concentración franquistas, tales como las cartas que el director del campo de Mora envió al alcalde de Orgaz con los nombres de quienes habían sido fusilados para que el regidor municipal informara a sus familiares y éstos acudieran a recoger los cadáveres.

Con una docena de trabajadores, el Archivo Histórico Provincial realiza 6.000 servicios al año y unas 25.000 reproducciones (60 % digitales y 40 % en fotocopias) y organiza numerosas actividades culturales para dar a conocer su labor, en las que el pasado año participaron 16.000 personas.

Se trata de exposiciones, talleres didácticos para alumnos y visitas guiadas para grupos, previa inscripción, en las que se muestra a los interesados parte del patrimonio documental y el edificio en el que se aloja este centro, un antiguo convento del siglo XVII con restos de yeserías mudéjares del siglo XIV.

El Día de los Archivos sirve para "intentar acercar" esta tarea a los ciudadanos, subraya Flores, quien destaca que estos centros son "la memoria de la sociedad, reciente y antigua".

El Archivo Histórico Provincial alberga documentación de instituciones, empresas, asociaciones, familias y particulares "de un espectro y variedad muy grandes", desde principios del siglo XIII hasta el año 2016 y desde el pergamino al soporte informático, recalca el director.

Dispone de un centenar de fondos diferentes y nueve kilómetros de documentación repartida en cajas que contienen entre 1.000 y 1.200 escritos cada una, lo que se traduce en unos 120 millones de documentos.

Información que consultan historiadores, investigadores y también personas que, a título personal, buscan datos recientes, sobre todo relacionadas con el catastro "por problemas de lindes o propiedades" y que suponen la mitad del servicio, apunta Flores.

Relata que a veces "la gente no se atreve a entrar", porque los archivos no son como museos o bibliotecas, de acceso libre y donde puedes pasear, sino que pueden dar "un poco de miedo" por el volumen de cajas que albergan.

Y añade que el componente humano es "fundamental", ya que aquí entra en acción el archivero, que hace de mediador entre los fondos y quienes buscan información y que tiene entre sus funciones la misión de "escuchar" aunque, a veces, las historias que le cuentan sean "dolorosas".

"Atraen los monumentos, los cuadros, los libros y las cosas corrientes no. Pero las cosas corrientes son la vida de todo el mundo y eso es lo que se refleja en los archivos" que, como concluye el director, se disfrutan "cuando te sientas y te ponen delante la documentación". 

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