La matraca de la Torre de la Catedral de Toledo, una de las más antiguas y grandes de España, se volverá a oír mañana en esta ciudad para anunciar los oficios del Viernes Santo, lo que no ocurría desde hace cien años.
La matraca ya sonó en la Catedral Primada toledana el pasado año, durante la celebración del Festival de Música "El Greco en Toledo", cuyos organizadores impulsaron su restauración después de cien años de permanecer en silencio.
Aunque en aquella ocasión sirvió para anunciar el comienzo del quinto concierto del citado festival de música, mañana la matraca tocará para anunciar los oficios religiosos del Viernes Santo, al no permitir la liturgia de la Semana Santa el toque de campana una vez muerto Jesús.
Así, el sábado volverá a tocar mientras que el Domingo de Resurrección, con Jesucristo ya resucitado, volverán a oirse las campanas de la Catedral.
Los orígenes de la matraca se remontan a 1680 cuando fue construida, si bien un incendio obligó a su reconstrucción en 1681.
Su función originaria, según explicó el día de su presentación el deán de la Catedral, Juan Sánchez, era sonar cuando las campanas no podían tocar gloria por la muerte de Cristo en días como el Viernes Santo o la Vigilia Pascual.
La de la catedral toledana es una de las pocas matracas de campanario que se conservan en España, porque de hecho en la península ibérica solo hay otras dos en Cataluña.
Mientras estas últimas son de madera, la de Toledo se caracteriza porque es de hierro y tiene unos martillos diferentes a las del resto de matracas de campanario que se conocen.
