El sacerdote de Talavera acusado de abusos sexuales a una menor niega los hechos

El sacerdote se enfrenta a la petición de 17 años de cárcel por parte de la Fiscalía, mientras que la acusación solicita que sea condenado a 22 años de prisión
La Audiencia Provincial de Toledo juzga a partir a un sacerdote de Talavera de la Reina que se enfrenta a una petición fiscal de 17 años de prisión por la presunta agresión sexual continuada de una menor en su despacho parroquial durante varios años en los que fue su director espiritual - EFE/Ángeles Visdómine
photo_camera La Audiencia Provincial de Toledo juzga a partir a un sacerdote de Talavera de la Reina que se enfrenta a una petición fiscal de 17 años de prisión por la presunta agresión sexual continuada de una menor en su despacho parroquial durante varios años en los que fue su director espiritual - EFE/Ángeles Visdómine

El sacerdote de Talavera de la Reina acusado de abusos sexuales a una menor, que está siendo juzgado en la Audiencia provincial de Toledo desde este martes y hasta el jueves de esta semana, ha negado los hechos en la primera jornada del juicio que se celebra a puerta cerrada por acuerdo de la Sala.

En este primer día, han declarado el acusado, la víctima y la madre y el padre de la misma, mientras que este miércoles será el turno de las pruebas periciales e informes de los forenses en los que la Fiscalía y la acusación particular han basado su petición de prisión para el cura de 15 años por parte del fiscal y 22 por la letrada de la acusación.

El acusado ha negado los hechos que se le imputan -un delito continuado de agresiones sexuales en el despacho parroquial durante varios años en los que fue director espiritual de la víctima y otro contra la integridad moral- y ha afirmado que "jamás haría nada a la niña", a la que ha dicho que quería y "trataba como a una hija", según han informado fuentes jurídicas a Efe.

Asimismo, el acusado, que ha acudido a la Audiencia provincial con la vestimenta negra de cura y luciendo el alzacuellos, ha reconocido que tenía y mantiene una relación sentimental con la madre de la víctima, a la cual ha achacado la denuncia por un móvil de "celos y venganza".

La víctima, por su parte, ha relatado, a preguntas del Ministerio Fiscal y de los letrados, los distintos episodios de abusos sexuales sufridos entre enero de 2011 y junio de 2013, tal y como recoge el escrito de acusación de la fiscal, y las consecuencias traumatizantes y desde el punto de vista psiquiátrico que le han conllevado.

También ha declarado en esta primera jornada la madre de la víctima que, según las mismas fuentes, lo ha hecho a favor del sacerdote y se ha referido a uno de los episodios recogidos en los escritos de acusación sobre un exorcismo practicado a la menor, que la progenitora ha justificado en que "tenía el maligno en el cuerpo y había que sacárselo", si bien no ha respondido sobre si contaban con autorización del Arzobispado o del Vaticano para ello.

Este miércoles continúa el juicio también a puerta cerrada porque la decisión de la Sala es para todo el desarrollo del juicio, para proteger la imagen e intimidad de la víctima y su entorno y la presunción de inocencia del acusado, tras la petición realizada por el Ministerio Fiscal a la que se han adherido la acusación particular y la defensa del procesado.

La abogada de la víctima, María Victoria Vega, ha manifestado, en declaraciones previas al inicio del juicio, que confía en que "por fin" se haga justicia contra el acusado "por las que callan y las que no", ya que ha asegurado que hay otras jóvenes que también han sido víctimas pero no han dado el paso de denunciar.

Para ello, ha subrayado que los informes periciales forenses son "claves" en los hechos para demostrar la credibilidad del testimonio de la víctima.

De hecho, la fiscal en su escrito ha expuesto que la víctima tiene una serie de "padecimientos psiquiátricos" compatibles con "haber experimentado acontecimientos traumatizantes, como pueden ser los abusos-agresiones sexuales continuados en el tiempo, que la víctima vivió en soledad durante años en una situación de vulnerabilidad".

Además de la pena de prisión, la Fiscalía quiere que se inhabilite al acusado para cualquier profesión u oficio que conlleve el contacto regular con menores, que se le someta a libertad vigilada durante 10 años y que se le prohíba durante 20 años comunicarse con la víctima, cuya "vulnerabilidad" ha tenido en cuenta para formular su petición. 

Comentarios