El acusado de matar a la pareja de su exnovia admite ser el autor del homicidio

El hombre de 50 años acusado de matar al hombre que convivía con su expareja en Gálvez, a la que también atacó, tras entrar en la vivienda en la que moraban armado con un cuchillo a pesar de tener una orden de alejamiento, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Toledo - EFE/ Ismael Herrero
La confesión ha llegado en el turno de la última palabra del procesado, al final del juicio con jurado popular que acoge la Audiencia Provincial de Toledo

El acusado de matar a la pareja de su exnovia en diciembre de 2021 en el municipio toledano de Gálvez ha reconocido en el último momento ser el autor del homicidio pero ha culpado a su expareja, a la que también atacó el día de los hechos, de provocarlo.

La confesión ha llegado en el turno de la última palabra del procesado, al final del juicio con jurado popular que acoge la Audiencia Provincial de Toledo desde este lunes, día en el que el acusado, sin embargo, se acogió a su derecho a no declarar y no respondió ni siquiera a las preguntas de su abogado.

Con ayuda de la traductora, el acusado ha dicho que fue su expareja la que le trajo de Rumanía a España, que llegó a presentarlo como su hermano y que incluso había dormido con ella en la casa de su nueva pareja, a la postre el fallecido, un hombre de 77 años.

"Conmigo estaba por sexo y con él por dinero", ha resaltado, al tiempo que ha indicado que ella le decía que le quería, que se iba a casar con él y a irse a Rumanía, pero que no podía hacerlo porque la hija llevaba los apellidos de su pareja.

También ha aseverado que le advirtió a ella de que había ido a la cárcel por pegarle y porque era "muy celoso", y tenía "miedo" de que al emborracharse o drogarse, cometiera "una locura" e incluso llegara a matarlo porque "no lo soportaba".

De este modo, le ha culpado a ella de llevarle a esa situación de "odio" que le llevó a acabar con la vida del hombre, aunque ha dicho que no quería matarlo, momento en el que ha confesado.

Los forenses confirman las puñaladas pero creen que el cuchillo era otro

Por otra parte, en esta tercera sesión del juicio también han testificado los forenses que realizaron la autopsia del cadáver de la víctima y han confirmado las dos puñaladas mortales que le causaron la muerte, si bien han manifestado que el cuchillo debía ser más grande que el entregado.

Han concretado que había dos cuchilladas, la primera en el hombre izquierdo cuando estaba de pie y la segunda en la región posterior del tórax izquierdo, ambas "mortales de necesidad" que abocaron a la víctima a un shock hipovolémico por pérdida masiva de sangre.

Con respecto al cuchillo, el arma del crimen, han señalado que las heridas son compatibles con el que entregó el acusado cuando fue detenido, pero han apostillado que les da la "impresión" de que tendría que ser "más grande, más largo, más fuerte y con una hoja más ancha", por el tipo de heridas, el tamaño y la profundidad.

De igual forma, ha testificado también, entre otros peritos, el forense que realizó el informe sobre las lesiones ocasionadas por el acusado a su expareja, la más grave de las cuales fue la del hombro, de 10 centímetros de longitud, si bien ha afirmado que ninguna herida conllevaba un riesgo vital, que no sangraban cuando ingresó en el hospital esa noche y que tenían más características de cortes que de puñaladas.

Tras la finalización de la práctica de la prueba, el fiscal y el letrado de la defensa han elevado sus conclusiones a definitivas y mantienen las mismas peticiones (23 años de cárcel el Ministerio Fiscal), mientras que el abogado de la acusación particular ha introducido algún cambio que supondría aumentar la petición de pena, que ya superaba los 23 años.