Hombre en huelga de hambre por su hija deja de beber y asume que puede morir

Santiago Moraleda, el hombre de 36 años de Villacañas (Toledo) que lleva dieciséis días en huelga de hambre para evitar que su hija de dos años pueda salir del país, ha dejado hoy de beber líquidos y se ha mostrado convencido de que va a morir "por muchas ambulancias" que le envíen.

Moraleda ha comentado que, tras dieciséis días sin tomar alimentos sólidos, se encuentra "muy mal" y, ahora, ha decidido dejar de beber después de no haber recibido una respuesta satisfactoria a su petición de custodia compartida de manera provisional por parte de la Audiencia Provincial de Toledo.

Santiago inició la huelga de hambre tras la decisión de un juzgado de Talavera de la Reina de conceder a la madre la custodia de la niña y permitir su salida de España desde el 15 de julio para cumplir el deseo de la madre de ir a vivir a Panamá con su actual pareja.

Aunque no sabe si su hija sigue en España o no, hoy, a las 12.00 horas, el hombre ha entrado en la Audiencia Provincial para comunicar a los jueces su decisión de dejar de ingerir líquidos.

Moraleda ha lamentado que en la Audiencia no hayan querido recibirle y ha añadido que lo que hacen con él es un "suicidio inducido".

Ha advertido al respecto de que, si no se atiende a su petición, se negará a ir al hospital y, si lo llevan porque pierda el conocimiento, nada más salir volverá a la plaza del Ayuntamiento, frente a la Audiencia Provincial, y retomará la huelga para morir allí.

"La justicia no me permite hacer nada, ni siquiera apelar la sentencia. Morirme es la única opción que me dejan", ha lamentado Moraleda.

Ha apuntado que varios vecinos de la zona han intentado convencerle de que acabe con la huelga de hambre, pero a su juicio esta opción supondría "contribuir" a la "tortura" que está padeciendo y "apoyar el secuestro" de su hija.

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