Los Heraldos del Evangelio dicen que evangelizar un 'acto de valentía'

El Delegado de Misiones de la Archidiócesis de Toledo, Jesús López Muñoz, anima a que todas las parroquias y movimientos se sumen para consolidar un Toledo Misionero, como paradigma de la Nueva Evangelización

La Archidiócesis de Toledo, en el ámbito del Plan Pastoral Diocesano, sigue realizando actividades misioneras, una vez culminado el pasado Octubre Misionero, cuyo objetivo es dinamizar, despertar, transmitir y hacer presente la animación y el espíritu misionero en todos los lugares. De entre esa actividades, la más consolidada es la Escuela Taller de Evangelización Misionera, que este fin de semana ha reiniciado sus actividades con una actividad formativa realizada por los Heraldos del Evangelio, bajo el título “La Misión dentro de la Nueva Evangelización en el Apostolado de los Heraldos”.

El Delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, ha agradecido de manera especial la participación de los Heraldos del Evangelio en este nuevo encuentro misionero, agradecimiento que hizo extensivo a todas las personas que mes a mes participan en la actividades misionera “llegados de parroquia, movimientos, diferentes ámbitos diocesanos”, porque “sin los misioneros y sin vosotros no existe la misión”, por ello, y en consonancia con lo que el Papa Francisco ha legado en la pasada Jornada Mundial de Misiones, animó a que todas las parroquias y movimientos sumen sus esfuerzos para consolidar un “Toledo más misionero, como paradigma de la Nueva Evangelización”. Ha querido también Jesús López recordar el esfuerzo común que se ha realizado para mantener la organización de un DOMUND diferente en la Archidiócesis de Toledo, “porque hemos logrado que en las calles de toda la Diócesis de Toledo se hable del DOMUND y se afirme aún hoy que todos somos DOMUND”. De igual modo, el delegado toledano ha recordado las recientes reuniones que de Obras Misionales Pontificias se han celebrado en Madrid, en las que desde la Delegación de Misiones “se ha participado aportando, como siempre, nuestro compromiso misionero y nuestras realidades para sumar, contribuir y ayudar a que todos los cristianos reconozcan en la misión el verdadero encuentro con la fe y la caridad”.

Los encargados de dinamizar esta sesión formativa misionera fueron los Heraldos del Evangelio Carmelo Callejas Escobar y Eric Salas Valera, que en primer lugar han agradecido la “invitación de la Delegación Diocesana de Misiones, que constituye para nosotros una alegría y un reto, y con esa alegría hoy venimos a compartir el sentido de la misión que, desde nuestro carisma, intentamos realizar dentro de la Nueva Evangelizción”, como afirmó el Heraldo Carmelo Callejas.

Callejas recordó inicialmente el “mandato de Nuestro Señor Jesucristo, porque la tarea misionera de la Iglesia se remonta a la misión del Hijo por el Padre, ella es el instrumento del Espíritu Santo para realizar la voluntad salvadora de Dios en la historia universal formulada en el mandato misionero 'Id al mundo entero y anunciad el Evangelio'”. Mandato que, continuó, “nos obliga a todos, en todo momento y en todo lugar”, poniendo como ejemplo a “Santa Teresita de Niño Jesús” que “sin salir de los claustros de Lisieux fue declarada Patrona de las Misiones. No salió de su Francia natal pero tenía un corazón misionero, un ardor misionero, un gran entusiasmo misionero”. Una misión no exenta de dificultades, también señaló, pero recordado al Papa Francisco, palabras pronunciadas el pasado 12 de octubre en la Plaza de San Pedro, “delante de la imagen de la Virgen de Fátima que, por cierto, hermanos nuestros Heraldos del Evangelio pudieron portar en dicha plaza”, en las que el Papa “enseñaba que no hay nudos ni situaciones difíciles que no se puedan solucionar, porque hasta los nudos más enredados se deshacen con su gracia”.

Posteriormente, el Heraldo Carmelo Callejas fue recordando las enseñanzas de la Iglesia sobre conceptos claves de la Misionología, provenientes del Concilio Vaticano II, de Pablo VI, del Beato Papa Juan Pablo II, Benedicto XVI y del Papa Francisco, al igual que del Arzobispo de Toledo, D. Braulio Rodríguez Plaza.

Los Heraldos del Evangelio destacaron los tres escenarios de la Misión que el Beato Juan Pablo II señaló en 1990, “las misiones en el sentido tradicional del término, la pastoral de mantenimiento y la nueva evangelización en lugares de antigua tradición cristiana que han perdido su contacto con la Iglesia”, enlazando con palabras del Arzobispo de Toledo, Don Braulio Rodríguez Plaza, que sobre esta cuestión señalara que hoy “no debemos apelar simplemente a la herencia cristiana, por ejemplo de Europa, de España o de nuestra Diócesis; hay que alcanzar de nuevo la capacidad de decidir sobre el futuro a partir precisamente de un encuentro con la persona y el mensaje de Jesucristo. De lo contrario, la Fe cristiana se irá apagando poco a poco”.

Evangelizar, soñar la realidad y actuar con valentía

Desde el compromiso y la vocación misionera de la Archidiócesis de Toledo, quiso también el Heraldo Carmelo Callejas recordar “a nuestros hermanos sacerdotes, religiosos, laicos, que se encuentra en el Perú, en Moyobamba y Lurín, llevando el buen olor a Cristo a tantos hermanos y hermanas que con cariño y esperanza los han acogido”.

Y con ese recuerdo afirmó que como Heraldos del Evangelio afirman que “Evangelizar es también soñar la realidad”, porque “soñar la realidad es un acto de valentía”, citando a D. Braulio, cuando nos decía “También os invito yo a ser valientes. ¿Valientes para qué? Para proclamar la fe de Jesucristo, como realidad valiosísima para atravesar la andadura de estos años apasionantes, pero nada fáciles”.

Concluyó su intervención, previa a un diálogo con los asistentes a la Escuela Taller de Evangelización Misionera, destacando la experiencia de evangelización de los Heraldos del Evangelio basadas en las Misiones Marianas. De igual manera compartió que los Heraldos del Evangelio son una Asociación Privada de Fieles internacional de Derecho Pontificio aprobada por el Beato Juan Pablo II el 22 de febrero de 2001. Callejas señaló que “en la audiencia del 26 de febrero de dicho año el Papa nos decía a una numerosa delegación presente en la Città Eterna por ocasión de la aprobación pontificia que deberíamos ”unidos a los pastores” anunciar “valientemente, por el mundo entero a Cristo Nuestro Señor. Sed mensajeros del Evangelio por la intercesión del Corazón Inmaculado de María”, por lo que en en el seno de esa asociación surgieron dos Sociedades de Vida Apostólica, una sacerdotal y otra femenina, ambas también de Derecho Pontifico, aprobadas en abril de 2009 por Benedicto XVI. “Somos – aseveró citando la referencia a los Heraldos del Papa Ratzínger en su libro entrevista con Peter Seewald “Luz del Mundo” - jóvenes llenos de entusiasmo que hemos reconocido a Cristo como el hijo de Dios y lo llevan al mundo”.

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