Fiscal mantiene delito de asesinato para el atraco de Yuncos que dejó parapléjico a agente

Vista general de la sala de la Audiencia Provincial de Toledo en la que se celebra el juicio contra los acusados de dejar parapléjico a un agente de la Guardia Civil al dispararle en el cuello, cuando perpetraban un robo en un supermercado de Yuncos (Toledo) - EFE/Ismael Herrero
photo_camera Vista general de la sala de la Audiencia Provincial de Toledo en la que se ha celebardo el juicio contra los acusados del atraco en Yuncos - EFE/Ismael Herrero

El fiscal ha mantenido su petición de penas por intento de asesinato de dos agentes de la Guardia Civil, uno de los cuales quedó parapléjico mientras que su compañera tiene baja permanente, y robo con violencia contra los tres atracadores de un supermercado en Yuncos (Toledo) el 5 de octubre de 2013.

Este viernes ha quedado visto para sentencia el juicio que desde el martes 16 de mayo se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo contra seis hombres y una mujer, tres de los cuales atracaron el supermercado de Yuncos y dos meses más tarde (el 19 de diciembre de 2013) fueron detenidos todos ellos cuando iban a cometer un robo en el polígono Polvoranca de Leganés (Madrid).

Durante tres horas, el fiscal ha desgranado sus conclusiones y los motivos por los que considera a los acusados autores de los delitos, haciendo hincapié en las caretas de látex utilizadas para el atraco al Mercadona de Yuncos o las distintas versiones ofrecidas por el único acusado que ha admitido que participó en el robo (aunque no en los disparos), Angel García Caro, quien durante el juicio ha exculpado a los otros dos implicados.

El fiscal ha recalcado que las caretas de látex utilizadas por los atracadores fue "un elemento que llamó poderosamente la atención" de los investigadores por no ser habituales, a lo que se unió que en uno de los ordenadores analizados se halló la dirección de una empresa alemana que las comercializa.

Sobre la declaración que ha realizado García Caro -exculpando a los otros dos acusados de intento de asesinato e introduciendo a dos sujetos que, según ha dicho, eran de Europa del este y que tras el atraco volvieron a sus países-, el fiscal ha considerado "perfectamente válida" su primera declaración (hecha en diciembre de 2013 y en febrero 2014) pero no la de ahora y ha apuntado: "uno es esclavo de sus palabras".

Así, ha negado que cuando fue detenido estuviera en situación de "paranoia" o con sus facultades alteradas por la droga consumida y ha razonado que sí estaba "nervioso" y con motivos, porque había salido de la cárcel ocho meses antes y ya volvía a ser detenido con acusaciones de intento de asesinato y robo con violencia.

El fiscal ha destacado, también, el elevado "nivel de profesionalización" del grupo criminal y que el atraco formaba parte de un plan en el que "todo" estaba medido, incluso alterar la complexión física con chalecos antibalas y modificar el acento para simular que su origen era Europa del este.

En este sentido, ha señalado que las caretas de látex las compró un tercero, pidiéndolas desde su ordenador y pagando con su tarjeta de crédito, y luego las llevó a casa de uno de los acusados, Miguel Ángel Seoane, alias 'Quini', que le dio el importe en dinero para no dejar rastro.

Teniendo en cuenta la planificación del atraco, en el que pretendían llevarse la recaudación de un primer sábado de mes (unos 60.000 euros) aunque tropezaron al salir y solo cogieron una de las dos bolsas -con 2.442 euros en lugar de la otra que contenía 57.000-, el fiscal ha puesto en duda que no alteraran también el acento para aparentar otro origen.

Y, en este sentido, el abogado del Estado ha evidenciado en sus conclusiones finales que utilizaron alguna expresión "más propia" de ciudadanos españoles, en concreto 'Eh, tú, rubia, estáte quieta' dirigida a una trabajadora de Mercadona.

Durante el atraco, el guardia civil Román David Gómez quedó parapléjico por un disparo en el cuello y su compañera sufrió trastorno de estrés postraumático a raíz de los al menos siete disparos que los atracadores realizaron al vehículo en el que se encontraba, disparos "a la altura de la cabeza" ha precisado hoy el fiscal.

El fiscal ha incidido en sus conclusiones finales en que José Manuel Cifuentes, alias 'Panamá', disparó al agente por su condición de guardia civil, lo que supone un delito de atentado, y ha incidido en que dispararon los tres acusados ya que seis balines procedían del arma que llevaba 'Panamá', otros dos de García Caro y al menos uno de Seoane.

El ministerio público pide penas de alrededor de 50 años para los tres acusados por el atraco de Yuncos y de entre 4 y 10 años de cárcel para los otros cuatro.

Por su parte, el abogado de Cifuentes y Seoane, dos de los acusados de asesinato junto con García Caro, ha dicho a los periodistas en la sesión de hoy que sus clientes son "inocentes" y no tienen "ninguna relación" con los hechos que, según ha insistido, han sido cometidos por otras personas de Europa del este no localizadas.

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