La asociación de salud mental 'Afaem' está en quiebra y cesará su actividad este año

'Afaem Despertar' se constituyó en 1993 aunque fue en 2004 cuando comenzó su gestión de atención a usuarios en la residencia de Camarena (Toledo) y en dos viviendas supervisadas, en Camarena y en Torrijos, además de numerosas actividades relacionadas con la salud mental
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La Asociación de familiares, amigos y personas con problemas de salud mental 'Afaem Despertar', que durante más de quince años ha gestionado una residencia y dos viviendas supervisadas en la provincia de Toledo, dejará su actividad a finales de este año por su situación de quiebra económica y no poder pagar al personal.

El presidente de Afaem, Francisco José Piedra Tutor, ha explicado este miércoles a Efe que "ya no hay dinero para pagar a los empleados" que atienden a los usuarios, quienes, a su vez, se encuentran "muy sorprendidos y tristes" porque lo que se ha creado entre todos ellos es "una situación de hermandad".

'Afaem Despertar' se constituyó en 1993 aunque fue en 2004 cuando comenzó su gestión de atención a usuarios en la residencia de Camarena (Toledo) y en dos viviendas supervisadas, en Camarena y en Torrijos, además de numerosas actividades relacionadas con la salud mental.

Piedra Tutor ha remarcado que fue la primera asociación que contó con una residencia en Castilla-La Mancha y también ha sido pionera en la gestión de recursos residenciales dentro del movimiento asociativo.

Los problemas económicos comenzaron en la crisis financiera de 2009 con la rebaja del precio por cada plaza de usuario, algo que afecta también a otras residencias de Castilla La Mancha, pero debido al pequeño tamaño de la residencia de Camarena (29 plazas) los gastos generados para cubrir la ratio personal-usuario son mayores, ha explicado la asociación en un comunicado de prensa.

La situación se ha ido agravando cada año y aunque la asociación, que recurrió a otras fuentes de financiación, se planteó la ampliación de tres plazas residenciales, la creación de un centro formador y la prestación para el colectivo de cursos formativos a través de la Fundación Inserta, no fue suficiente.

De hecho, las plazas no han sido cubiertas, el centro de formación no se ha podido crear y los cursos han sido suspendidos a causa de la pandemia, con la consecuencia final de quiebra económica de la asociación, que ya no puede pagar al personal que atiende a los usuarios, en total 28 trabajadores "largamente experimentados".

El presidente de Afaem ha resaltado, ante todo, el impacto que esta situación está generando en los usuarios, unas personas "emocionalmente vulnerables" que a lo largo del tiempo han creado una red de relaciones con la población en general, con los profesionales y con otros usuarios.

Durante todos estos años se ha dado "una situación de tanta hermandad, de tanta convivencia, de tantos esfuerzos realizados, de haber podido superar tantos problemas" dentro del ámbito de la salud mental, ha dicho Piedra Tutor, que les gustaría que la administración "fuera un poco más flexible para ver otras posibilidades" que existen en otras regiones.

La asociación intentó contactar con un grupo económico para llevar a cabo la gestión, pero no ha sido posible por el impedimento legal de que ninguna empresa privada puede encargarse de esta función social.

En este sentido, el presidente de la entidad ha señalado que antes de que se dispersen los pacientes por distintas residencias y viviendas supervisadas "sería bueno para todos" el concierto con entidades que puedan generar servicios de alto valor social, como ocurre en otras comunidades autónomas.

La mayor parte de la financiación de los recursos llegan de la Fundación Sociosanitaria de Castilla La Mancha, que es la entidad que deriva a los pacientes a las residencias o viviendas supervisadas según sus capacidades.

Precisamente este año 2020, en el mes de febrero, Afaem Despertar ha recibido el sello de calidad europeo de EFQM +300. 

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