Se declaran inocentes de pegar a sus sobrinas que fueron a 'echarlas' de casa

Las dos hermanas acusadas de agredir a dos sobrinas, una de las cuales perdió la visión completa de un ojo, durante una discusión en Recas (Toledo), han defendido hoy que son "inocentes" y que fueron estas últimas, junto a su madre, quienes fueron a "atacarlas" a ellas para que abandonaran su casa y se fuesen a Marruecos.

Así lo han explicado durante la vista oral celebrada hoy en la Audiencia Provincial de Toledo, en la que ambas procesadas, Karima y Yamina B., han sostenido que el día en que se produjeron los hechos, el 6 de noviembre de 2013, no llegaron a salir de su vivienda, situada en la calle General Yagüe, número 15 de Recas.

Según el relato de las procesadas, sus dos sobrinas, Amal y Noura Elouda B., junto a su madre (cuñada de ellas), fueron a decirles que se fueran de la casa, "que era de ellas", y que regresaran a Marruecos, de donde acababan de regresar ese mismo día, y que lo único que hizo Karima fue "empujar" a su sobrina Amal que le tiró del pelo desde la calle.

Pasados unos minutos y al decirles estas que no pensaban irse de su casa, volvieron las sobrinas con unos palos en la mano con los que golpearon la puerta de la vivienda y después una cristalera que daba también a la calle, tras lo que escucharon "un grito colectivo", que les hizo pensar que alguien podía haberse lesionado.

En ese intervalo, Yamina llamó a la policía, "pero se equivocó de número", según ella misma ha reconocido, y después a un hermano, que, en su declaración hoy en el juicio, ha corroborado que cuando llegó a la puerta de la casa de sus hermanas vio a sus sobrinas golpeando la puerta y a Amal romper con un palo la cristalera, por lo que piensa que pudo ser el mismo estallido del cristal lo que le causara la herida en el ojo.

La versión de los tres hermanos contrasta con la de las sobrinas y la madre de estas, que han asegurado que cuando llegaron a la vivienda de las acusadas, situada junto a la suya y por la que era necesario entrar para acceder a su domicilio, Karima y Yamina les esperaban cada una de ellas con un palo de leña en la mano, con los que las agredieron.

Después, según el testimonio de Amal, Karima rompió el cristal y le lanzó uno de los pedazos al ojo, aspecto este en el que Yamina ha entrado en contradicción con lo afirmado por su hermana y su madre al afirmar que no lo lanzó, sino que se lo clavó y que con el mismo cristal la hirió a ella en la palma de la mano, al pedirle explicaciones de por qué había hecho eso.

También se han producido contradicciones respecto al lugar donde se produjo la agresión, ya que Yamina ha afirmado que su tía Karima agredió en el ojo a su hermana desde dentro de la vivienda, mientras que su madre y hermana habían dicho que en la calle.

Por su parte, los peritos han sostenido que la pérdida de visión causada a Amal en su ojo izquierdo fue consecuencia de "una herida penetrante" tras atravesar el cristal también el párpado superior y penetrar en el globo ocular, sin llegar a perforarlo, que "es complicado", ha dicho a preguntas de las defensas de las acusadas, que se produjera debido a la rotura del cristal, pues además, en ese caso, se habrían registrado más lesiones en la cara de Amal.

Así, con todos los testimonios y tras cuatro horas de juicio, la fiscalía y la acusación particular han mantenido la petición de nueve años de cárcel para cada una de las acusadas, mientras que los abogados defensores de estas han pedido la libre absolución, por considerar que "no se ha desvirtuado la presunción de inocencia" ni el principio "in dubio pro reo", que, en caso de duda, obliga a elegir la solución más favorable al acusado.

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