Un viaje a la infancia y por el cine de terror a través de 20.000 Playmobil

Christian López, el hombre con más récord Guinness de España, y su pareja, Azucena Calderón, dos jóvenes de Cabañas de la Sagra han transformado el local de un antiguo bar en un mundo Playmobil al que no le falta un detalle
Un viaje a la infancia y por el cine de terror a través de 20.000 Playmobil - EFE/Ángeles Visdómine
photo_camera Un viaje a la infancia y por el cine de terror a través de 20.000 Playmobil - EFE/Ángeles Visdómine

Una pasión y un fin solidario. La combinación de estos dos factores ha dado como resultado una exposición con 20.000 figuras de Playmobil en Cabañas de La Sagra (Toledo) que propone un viaje a la infancia y por el cine de terror tan presente estos días por la fiesta de Halloween.

Christian López, el hombre con más récord Guinness de España, y su pareja, Azucena Calderón, dos jóvenes de este municipio toledano han transformado el local de un antiguo bar en un mundo Playmobil al que no le falta un detalle, con una enorme cantidad de figuras que recrean personajes míticos de las películas terroríficas que conviven con otras escenas también muy conocidas como Astérix y Obélix, Piratas, el Circo o la etapa victoriana.

Playmobil convertidos en el temido Jason Voorhees de Viernes Trece, Jack Skeleton, Chucky, La Novia Cadáver, La Monja o Alien que son solo algunos de los personajes que se pueden encontrar en los 12 dioramas de los que se compone la exposición, junto a otras figuras también muy reconocibles como el inspector Gadget, Michael Jackson, Astérix, Eduardo Manostijeras, Ned Flanders de Los Simpsons, E.T. o los inquietantes miembros de El Juego del Calamar.

Desde diciembre del año pasado, casi un año, y con una media de tres horas diarias, Christian y Azucena han preparado con delicado mimo cada uno de los Playmobil que forman parte de esta muestra que invita a vivir un Halloween diferente y que permanecerá abierta también los fines de semana de noviembre, ante la demanda de visitantes.

Ya el año pasado, estos dos jóvenes apasionados por estos juguetes y por el cine de terror montaron una primera exposición pero más reducida, con unas 3.000 piezas, pero este año han decidido ampliarla y renovarla incluyendo nuevos dioramas como el de los victorianos.

DEL BARCO PIRATA A UNA COLECCIÓN DE 50.000 PIEZAS

Desde que eran niños coleccionan Playmobil y, de hecho, el primer barco pirata que la regaló su abuelo a Christian tiene un lugar destacado en la muestra, junto a piezas difíciles de conseguir como el elefante blanco del Circo, una de las más preciadas entre los coleccionistas de estos juguetes.

No obstante, los 20.000 Playmobil expuestos son solo una parte de la enorme colección que atesoran, que alcanza las 50.000 piezas, y que bien podría constituir un nuevo récord Guinness para la lista particular de Christian, que ya tiene 93 en su haber -es la persona con más récord a nivel mundial relacionados con el deporte-, aunque también comparte algún récord con Azucena como el de 138 pases en un minuto con palas de playa.

El 6 de noviembre Christian espera poder batir otro récord, el de subir escaleras durante una hora en la torre mirador que alberga el Centro de Interpretación del Agua en Albacete, el depósito de agua más alto de España con 70 metros de altura; y el año que viene se plantearán hacer una propuesta para que la exposición con mayor número de Playmobil del mundo pueda también entrar en el libro de los récord.

Para ello, no cesarán en una labor a la que dedican muchas horas: caracterizar cada uno de los Playmobil les lleva aproximadamente un mes porque, según han relatado a EFE Christian y Azucena, primero tienen que buscar las piezas exactas y luego pintarlas a mano hasta que consiguen el acabado perfecto.

"Somos perfeccionistas", cuenta Christian, para lograr una exposición "muy peculiar, única en el mundo" de figuras hechas a mano que tienen "un proceso de elaboración muy importante detrás", en el que a través de pintura acrílica y masilla hacen que un Playmobil se parezca lo máximo posible a los personajes de ficción que quieren conseguir.

Y todo gracias a la creatividad, originalidad y esmero de Christian, profesor de Actividad Física y Discapacidad Psíquica de la Universidad Isabel I de Burgos; y Azucena, ambientóloga de profesión y futura opositora a docente.

El fruto después de tantos meses y horas de trabajo es esta exposición en la que, según explica Christian, se puede disfrutar de 12 dioramas a partir de una bienvenida a los visitantes a través del Circo para pasar después a una zona más oscura de piratas fantasmagóricos, otra sala estrecha donde se encuentran personajes míticos de las películas de terror y una sala principal donde termina la muestra que contrasta y mezcla Playmobil terroríficos con otras escenas que hacen las delicias de niños y adultos.

LOS VISITANTES PUEDEN JUGAR A LOCALIZAR A PERSONAJES

Además, los organizadores de la muestra implican a sus visitantes con un juego interactivo en el que les proponen buscar a los distintos personajes y con su colaboración en el fin benéfico que persiguen.

Solo en dos días han pasado por esta exposición 600 personas, señala Azucena, escolares, familias con niños y visitantes de fuera del pueblo como de Huesca, Guadalajara o Madrid que se han interesado por esta muestra, sobre todo, a través de las redes sociales y que quieren colaborar.

En esta ocasión, apunta Christian, parte de la recaudación de las entradas irá destinada a la Fundación Juegaterapia de niños con cáncer, cuyos padres agradecen esta iniciativa que no solo aprovecha la terrorífica cita de Halloween sino que recorrerá otros lugares como Alcorcón el año que viene en otras fechas señaladas.

En este sentido, Christian ha manifestado que "siempre que hacemos algo de este tipo, pensamos en algo solidario y es que qué mejor que poder hacer algo así que aúne nuestra pasión con la solidaridad".

La exposición se configura, sin duda, como una alternativa diferente para pasar un Halloween entretenido y divertido en familia y poder admirar de cerca la perseverancia en el trabajo de estos dos jóvenes que han hecho de su pasión un futuro nuevo récord Guinness.

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