TALAVERA DE LA REINA

Testigos del asesinato del bar 'Nelly' en Talavera incurren en contradicciones

Los testigos que han comparecido durante la segunda sesión del juicio con jurado popular por el asesinato en el bar 'Nelly' de Talavera en junio de 2009, han incurrido en continuas contradicciones durante sus declaraciones

Los testigos que han comparecido durante la segunda sesión del juicio con jurado popular que desde este lunes se está repitiendo en Toledo y que juzga en la Audiencia a J.H.I., por un presunto delito de asesinato con alevosía cometido en el bar 'Nelly' de Talavera de la Reina (Toledo) en junio de 2009, han incurrido en continuas contradicciones durante sus declaraciones, motivando las quejas de Fiscal, acusación particular y defensa.

Las tres partes han solicitado en numerosas ocasiones al presidente del Tribunal que constasen en acta las declaraciones efectuadas por distintos testigos ante el juzgado --en el momento de ocurrir los hechos-- ya que no coincidían con las manifestaciones realizadas este martes durante la vista oral.

El turno de testimonios lo ha abierto la propietaria del bar 'Nelly', que ha indicado que ella no se enteró "del incidente" previo a producirse los disparos y que fue al oír estos cuando salió corriendo a la calle, por lo que dentro no vio nada.

Ya estando fuera del local, vio al acusado y a su tío --la persona que le acompañaba el día de los hechos y contra la que no se dirige causa por haber fallecido mientras se encontraba en prisión-- salir fuera mientas decían "corre, corre que nos pillan".

La mujer ha dicho que, al salir, el tío llevaba "una pipa" en la mano y el acusado un cuchillo y una funda. También ha explicado que el tío era "el que más iba al bar" y "nunca hubo problemas" con él. Al término de su declaración el Fiscal ha anunciado su intención de emprender acciones penales contra la testigo por "falso testimonio".

El hijo de la anterior también ha comparecido para manifestar que los tres implicados --el acusado, su tío y la víctima-- eran "clientes habituales" del bar y que no notó que ese día estuviesen bebidos. Asimismo, ha declarado que "lo de los disparos fue inesperado".

Uno de los clientes que se encontraba esa noche en el bar ha indicado que el establecimiento estaba lleno de gente cuando ocurrió el suceso y que la "riña" previa que mantuvo el acusado con la víctima no fue "como para que pasara nada" como lo ocurrido después.

Por su parte, los policías nacionales que detuvieron al acusado y su tío han relatado que, patrullando cerca de la zona del bar 'Nelly' vieron a dos personas salir de corriendo del local y a otro grupo de personas en dirección opuesta a estos gritando "Lo han matado, han matado al Rubio", como se conocía a la víctima, por lo que fueron a dar el alto a los dos primeros.

En ese momento, según ha relatado uno de los policías, el tío cuando los vio preguntó "qué coños pasa" para encañonarle con una pistola, aunque el acusado hizo un movimiento con el brazo que permitió que el agente desarmara al tío.

También ha declarado durante esta jornada el jefe de la Brigada de Policía científica de Talavera cuando ocurrieron los hechos, que ha admitido que en el bar 'Nelly' encontraron cuatro vainas y cuatro balas, y dos policías que participaron en el procedimiento tras la detención del acusado y su tío, que no notaron síntomas de que ninguno de los dos hubieran consumido alcohol.

Presiones y amenazas

Durante la vista, la propietaria del bar 'Nelly' ha explicado que se estaba medicando porque había recibido "algún tipo" de presión y amenaza por parte de una mujer, familia de la víctima, a la que ha reconocido porque se encontraba en la sala. Según ha dicho, esta persona también acudía a su bar, tras ocurrir los hechos, y le decía que la iba "a matar", motivo por el cual llegó a presentar una denuncia en 2009.

Además, este martes, según ha dado a conocer el abogado de la defensa, la mujer y la madre del acusado presentaron una denuncia tras haber recibido amenazas por parte de otro familiar de la víctima. 'Os tienen que cortar la cabeza a todos y no quedar ninguno' fue la frase que esta persona dirigió hacia las dos mujeres al término de la sesión, en presencia de un familiar de la defensa y de otras dos personas ajenas al proceso.

El Ministerio Fiscal pide un total de 20 años de cárcel por un presunto delito de asesinato con alevosía y tres por tenencia ilícita de armas. La acusación particular pide 25 años de cárcel por un delito de asesinato, al contemplar las agravantes de alevosía y ensañamiento y tres por tenencia ilícita de armas y la defensa pide la libre absolución de su patrocinado.

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