Vuelven a repetir el juicio por el asesinato del bar Nelly de Talavera con jurado popular

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo volverá a repetir este lunes, día 27, y durante tres jornadas, el juicio por el asesinato de un hombre cometido en el bar 'Nelly' de Talavera de la Reina en junio de 2009

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo volverá a repetir este lunes, día 27, y durante tres jornadas, el juicio por el asesinato de un hombre cometido en el bar 'Nelly' de Talavera de la Reina en junio de 2009, después de que el Tribunal Supremo anulase las sentencias dictadas por el Tribunal de Jurado y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) por las que se absolvía a J.M.I. de este delito y de otro de tenencia ilícita de armas. El juicio se celebrará con jurado popular.

El Alto Tribunal estimó el recurso interpuesto contra las mencionadas sentencias por la madre del fallecido, acordando la tramitación de un nuevo juicio con otro presidente del tribunal del jurado, considerando que tanto la sentencia de la Audiencia como la del TSJCM no eran correctas por haberse adoptado sin "la obtención de los quórums exigidos por la Ley del Jurado para estimar probados los hechos contrarios al acusado, así como los hechos favorables".

El escrito de acusación del Ministerio Fiscal, pide 20 años de prisión como autor de un delito de asesinato para J.M.I. y otros tres por el delito de tenencia ilícita de armas. Además, pide que indemnice a los herederos de la víctima, J.R.G. -que no estaba casado pero tenía tres hijas- en la cantidad de 300.000 euros.

Los hechos, según el Ministerio Público, ocurrieron el día 11 de junio de 2009, cuando el acusado se personó, en una hora no determinada, en el bar 'Nelly' de Talavera junto a otra persona contra la que no se dirige causa por haber fallecido mientras se encontraba en prisión.

En ese bar se encontraba también la víctima, J.R.G, que se dirigió al acusado y a su acompañante diciéndoles "hola primos", lo que, según el escrito de acusación, no agradó al procesado ni a la persona que le acompañaba, estableciéndose una discusión entre todos ellos.

El Ministerio Público señala que, instantes después, el acusado y su acompañante abandonaron el local "con el firme propósito" de regresar al mismo para acabar con la vida de J.R.G., al haber interpretado ambos "como una afrenta" hacia sus personas el saludo que les hizo.

Un puñal y una navaja

Entonces, el acusado y su acompañante se dirigieron a un lugar desconocido donde consiguieron hacerse con una pistola "en perfectas condiciones de disparar", un puñal de 20 centímetros de hoja y una navaja cabritera de 15 centímetros de hoja.

Según el escrito provisional de acusación, una vez que el acusado y su acompañante tuvieron en su poder las navajas y la pistola regresaron de nuevo al bar 'Nelly', entrando J.M.I. al mismo portando el puñal y la navaja hasta llegar a la altura de la víctima a la que dio una bofetada mientras sacaba una navaja para clavársela, mientras aquel se defendía con un taburete.

Mientras todo ello ocurría, el Ministerio Público afirma que el acompañante del acusado, de común acuerdo con éste, entró en el bar portando la pistola para quedarse en la entrada e impedir huir a la víctima. Inmediatamente después, continúa, cumpliendo con el propósito que tenía en común con el acusado, su acompañante sacó la pistola "de forma sorpresiva" y disparó cinco veces contra J.R.G. sin darle la posibilidad de defenderse y acabando con su vida, al alcanzarle cuatro de los cinco disparos.

El fiscal apunta que una vez ejecutado su ilícito proceder, el acusado y su acompañante abandonaron el bar corriendo, siendo detenidos por agentes de la Policía Nacional que por allí pasaban, quienes le ocuparon al acusado el puñal y la navaja, que ocultaba en una de sus axilas. A su acompañante le intervinieron la pistola, sin que ni este ni el acusado poseyeran guía ni licencia del arma en cuestión.

Piden su absolución y aseguran que no hubo acuerdo previo

La defensa de J.H.I., acusado del asesinato, volverá a pedir su absolución durante la celebración del juicio con jurado popular.

Así lo explicó a Europa Press el abogado de la defensa, Jaime Sanz de Bremond, que incidió en que ni el acusado ni su tío -J.H.M, que falleció en prisión- se habían puesto de acuerdo previamente en cometer el hecho ni en ir a buscar armas para llevarlo a cabo.

En su escrito de conclusiones, Sanz de Bremond explica que sobre las 20.30 horas del día 10 de junio de 2009, el acusado se encontró con dos de sus primos, quienes le manifestaron que acababan de dejar a su padre en la casa, tras haberle sacado de un bar en el que se encontraba, dado el estado de embriaguez que presentaba, aunque inmediatamente después J.H.I, vio como su tío bajaba de casa y le insistía para que le acompañase al bar 'Nelly'.

Según el escrito de la defensa, el acusado optó por acompañar a su tío al citado bar, donde su propietaria le entregó una cantidad de monedas a J.H.M. para continuar intentando sacar el premio de una máquina de las denominadas "tragaperras" que había en el bar 'Peña Athletic', al que se dirigieron para que el segundo continuase jugando en la máquina, mientras ambos tomaban "un número indeterminado de consumiciones de cerveza, que agravaron el estado de embriaguez del tío y empezaron a afectar al acusado".

Habiendo finalmente conseguido un premio de la máquina ambos volvieron al bar 'Nelly' para devolver el dinero que le habían dejado, efectuando en dicho bar otras consumiciones. El tío, que tenía en su poder una bolsita con medio gramo de cocaína, le indicó a su sobrino que fueran al cuarto de baño, consumiendo cada uno en dicho lugar varias rayas, lo que "afectó la capacidad de ambos".

En ese momento, el también cliente del bar J.R.G. se dirigió al acusado preguntándole si era gitano, preguntando a su vez el acusado a la víctima si él era "merchero", en un intercambio de palabras que se produjo envalentonándose ambos, según las conclusiones de la defensa, que añade que tío y sobrino salieron del local en ese momento para fumarse un cigarrillo de cocaína.

Al retornar al interior, la víctima se dirigió al acusado y a su tío llamándoles "primos", recriminándole por ello el acusado, entablándose entre ambos una discusión en el curso de la cual la víctima dijo "me cago en tus muertos", lo que motivó que el acusado le diera a J.R.G. "un guantazo" con la mano, cogiendo este un taburete, y sacando el acusado un puñal que portaba.

El tío sacó una pistola "de forma sorpresiva"

Según la defensa, algunas de las personas que allí se encontraban se interpusieron entre ambos, separándolos. Habiéndose separado ya, el tío, sin que nadie se lo esperara, sacó entonces de forma sorpresiva una pistola que portaba, y disparó cinco veces contra la víctima, alcanzándole cuatro de los disparos, siendo uno de ellos mortal de necesidad al impactar en su corazón.

El escrito de la defensa explica que el acusado fue detenido al salir del bar por agentes del Cuerpo Nacional de Policía que por allí pasaban, no sin evitar previamente que su tío Juan Heredia disparara igualmente contra los agentes. En el momento de ser detenidos, al acusado se le ocupó el puñal que portaba entre las ropas; interviniéndose a su tío una pistola marca 'Star' que portaba. En un posterior cacheo le fue igualmente intervenida a J.H.M. una navaja que igualmente portaba.

Jaime Sanz de Bremond recordó que contra la sentencia del Tribunal Supremo que acordó la repetición del juicio interpuso recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que de admitirse a trámite y estimarse en su día, motivaría la nulidad de la sentencia del Supremo, y la nulidad también de la repetición del juicio.

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