Desmantelan un laboratorio que falsificaba documentos en un antiguo club

El domicilio del falsificador está ubicado en El Casar de Escalona (Toledo). La organización actuaba desde el año 2010 operando desde un club de alterne y vendía documentos falsos por importes que iban desde 300 a 6.000 euros

Agentes de la Policía Nacional han detenido a ocho personas de nacionalidad rumana y han desmantelado un laboratorio en el que se falsificaban documentos por encargo, que estaba ubicado en los locales de un antiguo club de alterne. El domicilio del falsificador está ubicado en El Casar de Escalona (Toledo).

Según ha informado la Policía en un comunicado, la organización desarticulada estaba perfectamente estructurada y contaba con múltiples intermediarios para así evitar que los clientes tuvieran contacto con los falsificadores. Los documentos, que se realizaban por encargo, costaban entre 300 y 6.000 euros.

La investigación se inició después de que el pasado mes de febrero una mujer de origen rumano presentase en el Consulado de Rumanía en España una Carta de Identidad rumana falsificada para solicitar un Poder Consular con el fin de obtener el certificado de divorcio en su país de origen. Al ser detectada la falsificación, la mujer fue detenida y los agentes comenzaron a investigar la procedencia de dicho documento.

Finalmente, la Policía logró averiguar que el documento se lo había proporcionado una organización compuesta por ciudadanos rumanos cuyos miembros se encargaban de todo el proceso, desde la captación de "clientes" hasta la entrega de los documentos falsificados. Además, los agentes comprobaron que la red disponía de un laboratorio propio en el que realizaban falsificaciones de gran calidad.

'Modus operandi'

Según señala la Policía, los "captadores" de clientes se encargaban de localizar personas necesitadas de obtener todo tipo de documentos, principalmente los que se requieren para la obtención del NIE para poder residir y trabajar en territorio español.

Los "captadores" ponían a los clientes en contacto con diversos intermediarios que, a su vez, contactaban con el intermediario principal, que era el único que conocía al falsificador y a sus colaboradores. De este modo, la organización se aseguraba de que ni los clientes ni los intermediarios tuvieran contacto con los falsificadores.

Una vez realizado el encargo, los intermediarios lo trasladaban al intermediario principal que, tras adoptar multitud de medias de seguridad para evitar ser detectado por los agentes, se reunía con el falsificador en el domicilio de éste, ubicado en El Casar de Escalona (Toledo).

Desde allí, se trasladaban al laboratorio que la organización había instalado en la oficina de un antiguo club de alterne de una localidad próxima, que actualmente se encuentra cerrado al público, y que tenían alquilada. Allí se confeccionaban los documentos solicitados, que principalmente eran documentos de identidad y permisos de conducir rumanos y húngaros.

De 300 a 600 euros de precio

Tras confeccionar el documento, era el intermediario principal el único que, previo pago anticipado del precio acordado, tenía contacto con los intermediarios menores o, incluso, con los propios clientes, para entregarlos. El precio de los documentos oscilaba entre los 300 y los 6.000 euros, dependiendo fundamentalmente de la necesidad que tuviera la víctima.

La Policía, que ha informado de que esta organización llevaba desde el años 2010 falsificando documentos, ha registrado los domicilios de los principales sospechosos -dos de ellos en Madrid y otro en El Casar de Escalona- así como en el club de alterne en el que la organización había instalado su laboratorio. Durante los registros se ha intervenido, además de dinero en efectivo, todo tipo de material utilizado para falsificar los documentos.

La operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, el Grupo VI de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de Madrid y la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de Talavera de la Reina (Toledo), con la colaboración de la Agregaduría de Interior de Rumania en España.

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