Carlos Aranda sufre una cornada de unos 15 centímetros en Portillo

El novillero daimieleño sufrió este fin de semana una cogida cuando participaba en una novillada en la localidad toledana de Portillo. El segundo de su lote, de la ganadería de 'Dehesa de Valhondillo', le infirió una cornada de "unos 15 centímetros"

El novillero daimieleño Carlos Aranda sufrió este fin de semana una cogida cuando participaba en una novillada en la localidad toledana de Portillo. El segundo de su lote, de la ganadería de 'Dehesa de Valhondillo', le infirió una cornada de "unos 15 centímetros" en el tercio superior de su muslo derecho. La herida afortunadamente no afectó a vasos importantes, pero sí le ha dañado toda esa zona de masa muscular.

En un primer momento fue atendido en la enfermería de la Plaza, siendo posteriormente trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

Allí ha pasado la noche con "las molestias lógicas y algunas décimas de fiebre", de la que está siendo tratado con antibióticos vía intravenosa. Así se lo ha trasladado la madre del novillero al presidente de la Plaza de Toros de Daimiel, Plácido Sánchez-Camacho, quién ha apuntado que el novillero "ya está pensando en su reaparición".

Sánchez-Camacho ha comentado que en el momento de la cogida se vivieron unos instantes de "temor y miedo" ya que Aranda se quedó en la cara del novillo y fue "volteado violentamente" en dos ocasiones "hasta unos tres metros de altura".

Durante la mañana ha pasado a visitarle el cirujano de la Plaza de Toros de Toledo, aunque de momento se desconoce cuánto tiempo permanecerá hospitalizado antes de regresar a Daimiel. Lo que es seguro, según apuntaba Sánchez-Camacho, es que "va hacer todo lo posible para no perderse la importante cita que tiene el 4 de octubre en Úbeda".

También en los micrófonos de Radio Daimiel, el torero Luis Miguel Vázquez le ha mandado "un fuerte abrazo y mucho ánimo para que pueda reaparecer muy pronto".

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