La Unidad de Neurofisiología del Hospital General 'Nuestra Señora del Prado' de Talavera de la Reina ha incrementado sus prestaciones con la incorporación de una nueva prueba denominada potencial evocado, que hasta ahora exigía que el paciente se desplazara a otros centros.
Se trata de una prueba para diagnosticar patologías auditivas, visuales y sensoriales, ya que contribuye a detectar alteraciones de las vías sensitivas y sus causas. Estas alteraciones pueden indicar la existencia de lesiones, informó el SESCAM en nota de prensa.
La neurofisióloga Sonia Luengo y el neurólogo y neurofisiólogo Francisco Corral son los encargados de la realización de los potenciales evocados. Su contribución es especialmente importante en el diagnóstico de neuritis óptica (inflamación del nervio óptico que causa pérdida de visión), esclerosis múltiple, hipoacusias (sordera), traumatismos craneales, lesiones de la médula espinal o del tronco del encéfalo así como de diferentes tipos de neuropatías.
Estímulos provocados
Según Corral, "se trata de técnicas neurofisiológicas que registran las respuestas cerebrales provocadas por estímulos sensitivos, visuales, auditivos o eléctricos sensoriales". Así, se obtiene una secuencia de ondas de determinada latencia, amplitud y polaridad que es procesada por un ordenador adaptado.
"Si no coincide con el patrón que le corresponde, quiere decir que hay alguna alteración en la vía nerviosa y por tanto alguna enfermedad", aseguró el especialista.
Desde la puesta en marcha de esta nueva técnica se han realizado 13 potenciales somatosensoriales, 7 potenciales evocados visuales y 1 potencial auditivo. Se realiza tanto a pacientes ingresados como en consulta.
Los especialistas que realizan esta nueva prueba están muy satisfechos con los resultados y según explica Corral "estas nuevas actividades son un estímulo para la realización de una Neurofisiología cada vez más completa en nuestro hospital de la que se beneficiarán sin duda nuestros pacientes que son el objetivo de nuestro quehacer diario".
Diagnóstico de patologías
Los potenciales evocados visuales, que consisten en mirar un cuadro o recibir fogonazos luminosos, tienen especial indicación en la patología de nervios ópticos de cualquier causa.
Los potenciales auditivos, en los que se escuchan sonidos a través de auriculares, exploran esta vía hasta la porción inferior del mesencéfalo y ayudan a diferenciar entre las hipoacusias periféricas y centrales. Algunos ejemplos de aplicación son los tumores del ángulo pontocerebeloso o las lesiones de troncoencéfalo como las desmielinizantes.
En cuanto a los potenciales somatosensoriales, en los que se aplican estímulos eléctricos en las proximidades de los nervios que se pretende explorar en pies y manos, exploran la sensibilidad vehiculada por la fibra gruesa en los nervios periféricos y cordón al posterior en la médula.
Tienen su aplicación típica en mielopatías estructurales como la cervicoartrósica o degenerativas-metabólicas como la degeneración combinada subaguda medular.
