Los empleados del Abac Toledo quieren seguir adelante con la librería

Los ocho trabajadores que integran la plantilla de la librería especializada Abac, situada en el Centro Comercial 'Luz del Tajo', pretenden seguir adelante con esta tienda que abrió sus puertas hace cinco años en Toledo y que ahora ve peligrar su continuidad ante la intención del grupo al que pertenece de echar el cierre.

Así lo han confirmado a Europa Press los propios trabajadores, quienes explican que Eroski tiene previsto cerrar las cuatro librerías especializadas que, bajo el nombre de Abac, tiene en Madrid, Vitoria y Toledo el próximo 30 de junio, por la incapacidad de este grupo de poder sostener estos establecimientos.

Son los resultados positivos que presenta esta librería, a pesar de la subida del IVA cultural, y el deseo de mantener su puesto de trabajo los motivos que animan a los ocho empleados que hasta ahora tiene el Abac de Toledo a embarcarse en la aventura de mantener abierto este establecimiento especializado, que cuenta con un espacio de 1.000 metros cuadrados en la primera gran superficie comercial que se abrió en la capital regional.

Los empleados explican que mantendrían la marca, consolidada ya entre el público toledano, y que el nuevo Abac, de poder ver la luz el proyecto que persiguen, se constituiría como Sociedad Limitada, en la que cada socio aportaría lo que pueda.

De igual modo aseguran que la dirección de la empresa les está brindando todo tipo de facilidades para que puedan seguir adelante con el proyecto y que el principal problema al que se enfrentan a la hora de emprender esta nueva etapa es la falta de financiación.

"Los bancos no dan nada y las ayudas para los emprendedores no sabemos dónde están y si existen", se quejan los empleados, que aseguran que en Castilla-La Mancha "no existen" y que no tienen manera de acceder al Plan de Inversión y Creación de Empleo puesto en marcha por el Gobierno regional.

Consideran que el cierre de Abac en Toledo dejaría un hueco importante en la oferta cultural toledana y defienden que la aceptación del público es tal que, muchos de los clientes, ante las primeras estantería vacías que pueden verse ya en la tienda, están dispuestos a recoger firmas para evitar su cierre. "Pero las firmas no van a impedir nada", se lamentan.

Creen que aceptar el cierre e "irse a casa" es "lo más fácil", pero están dispuestos a continuar dispensando todos los productos que ofrece este establecimiento especializado y a trabajar duro como, aseguran, han hecho hasta ahora.

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