Enfermeros del Hospital de Toledo, premiados por el uso de la ecografía en la introducción de catéteres

Los profesionales de Enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del SESCAM, han recibido el premio a la mejor comunicación en la IV Jornada de Seguridad del Paciente, celebrado recientemente en Talavera de la Reina, por un trabajo sobre la utilización de la ecografía como guía en la introducción de catéteres centrales de inserción periférica.

El trabajo, titulado 'Utilidad del ecógrafo para la canalización de catéteres centrales de inserción periférica en pacientes críticos. Estudio experimental aleatorio', ha sido elaborado por los profesionales de Enfermería José María Pedroche, Raúl Susaño, Patricia Giménez, Rosario Llamazares, Sagrario López, José Angel Jiménez, Ana Belén Tojero, Dolores Castro y Carlos Navarrete de la UCI del centro sanitario toledano.

Según explica José María Pedroche, en pacientes graves es preciso disponer de vías de acceso intravenoso con diámetro suficiente que permitan la administración rápida de un importante caudal de sueros y medicación. Para ello, se introducen catéteres que llegan cerca del corazón, lo que se denomina vía central, ha informado el SESCAM en nota de prensa.

El acceso habitual se realiza pinchando venas de grueso calibre, como son la subclavia o yugular interna, en la parte superior del tórax o en el cuello, con técnicas de rigurosa asepsia. Aunque las complicaciones son poco frecuentes, existen, al tratarse de una punción a ciegas en un territorio delicado, pudiendo llegar a ser graves en ocasiones.

Los enfermeros de la UCI se plantearon conseguir acceder al corazón desde una localización periférica, habitual, en el brazo, con un catéter de calibre equivalente a las vías centrales. Las molestias y complicaciones son mucho menores. Sin embargo, debido al mayor calibre del catéter, y a la situación del paciente crítico se incrementa la dificultad de éxito en la canalización, exigiendo numerosos pinchazos, por lo que esta técnica es muy poco utilizada.

Para obviar este problema, los enfermeros de la UCI decidieron utilizar un pequeño ecógrafo que les ayudara guiándoles el camino de la vena a pinchar. El ecógrafo detecta el flujo sanguíneo con total precisión, "visualizando" el camino que sigue la vena con lo que el sitio y trayecto de la punción se asegura.

El porcentaje de éxito se ha elevado desde el 45% con la técnica tradicional hasta el 82% con la técnica ecoguiada, de ellos el 46% al primer intento. La media de pinchazos mediante el método tradicional es de 3,7, con ecografía la media es de 2,4.

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