Carencias en transporte nocturno: Toledo centra el debate sobre la movilidad en España
La movilidad se ha convertido en uno de los asuntos más determinantes para el presente y futuro de las ciudades españolas. La encuesta más amplia realizada hasta la fecha en este ámbito —más de 1.200 entrevistas a escala nacional— revela un diagnóstico claro: el 76% de los ciudadanos considera que su movilidad nocturna no está cubierta sin recurrir al vehículo privado.
Este dato, presentado por la alianza #LaCiudadQueNosMueve durante la Semana Europea de la Movilidad, pone en evidencia un problema estructural que condiciona la vida de millones de personas y repercute directamente en sectores esenciales como la hostelería, el ocio, la cultura y el turismo. El informe denuncia que la oferta de transporte público desciende un 70% a partir de las 21:00 horas, dejando a amplias franjas de población sin alternativas y limitando la actividad de quienes trabajan o disfrutan del ocio nocturno.
A esta situación se suma la percepción de inseguridad: un 34% de las mujeres afirma sentirse insegura en sus desplazamientos nocturnos en transporte público, lo que refuerza la necesidad de políticas específicas con perspectiva de género. Por su parte, un 89% de la población reclama regulaciones que fomenten nuevas modalidades de transporte bajo demanda, desde la digitalización de los taxis hasta los servicios de micromovilidad.
Toledo, espejo de una carencia estructural
El caso de Toledo refleja con claridad las tensiones entre crecimiento económico y carencias en movilidad. La ciudad ha experimentado un aumento récord de visitantes en 2025 —más de un 50% respecto al año anterior— impulsado por proyectos como el parque histórico Puy du Fou y una oferta cultural y turística en expansión. Sin embargo, la falta de alternativas de transporte en horarios críticos amenaza con erosionar ese dinamismo.
Vicente Pizcueta, portavoz de la alianza y director de la Federación Nacional de Locales de Ocio y Espectáculos (integrada en España de Noche), subraya en su tribuna publicada estos días que “una ciudad moderna y orgullosa de su historia no puede quedarse rezagada en aquello que sostiene su presente y su futuro: garantizar que moverse sea posible para todos, en cualquier momento y circunstancia”.
Pizcueta insiste en que Toledo, referente en la gestión de su patrimonio cultural, debe dar ahora un paso decisivo en materia de movilidad urbana. La llegada de plataformas bajo demanda, que trabajan en colaboración con taxis y VTC locales, constituye un avance ya percibido por ciudadanos y turistas, pero todavía pendiente de consolidarse en un marco legal estable.
Un debate abierto sobre las VTC
El reciente anuncio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de regular las VTC ha sido valorado positivamente por la alianza #LaCiudadQueNosMueve, que recuerda que dotar de seguridad jurídica al sector es esencial para ampliar la oferta, reducir tensiones y mejorar la calidad del servicio. La falta de un marco regulador homogéneo ha generado en los últimos años conflictos entre taxis y VTC, así como incertidumbre en la implantación de nuevos servicios.
La regulación, según la alianza, no debe entenderse como una amenaza sino como una oportunidad para integrar de manera ordenada la innovación tecnológica, optimizar recursos existentes y garantizar que la movilidad urbana responda a las necesidades reales de los usuarios.
Diez retos para transformar la movilidad
El Ranking por la Movilidad presentado por la alianza identifica diez grandes desafíos para modernizar el transporte urbano en España. Entre ellos destacan:
-
Incorporar la perspectiva de género, con medidas de seguridad y trazabilidad en los trayectos nocturnos.
-
Revertir la caída del transporte público tras las 21h y garantizar horarios extendidos.
-
Mejorar la cobertura en ciudades medianas como Toledo, que pese a su dinamismo económico sufren carencias estructurales.
-
Planificar la movilidad en grandes eventos y festivales con servicios específicos de lanzadera.
-
Fomentar el coche compartido y la movilidad sostenible, reduciendo costes y emisiones.
-
Regular el vacío legal de las VTC para ampliar la oferta bajo demanda.
-
Avanzar en la digitalización con billetes integrados y sistemas interoperables.
Una cuestión social y económica
La alianza recuerda que los sectores que representa —restauración, ocio, cultura, turismo, distribución y movilidad— suponen más del 20% del PIB nacional y más de 1,5 millones de empleos.
Por ello, advierte que el debate sobre movilidad no puede desligarse de su impacto económico. La dificultad para desplazarse de noche limita el consumo en bares, restaurantes y locales de ocio, reduce la competitividad turística y aumenta la dependencia del vehículo privado, con el consiguiente impacto ambiental.
“Los resultados reflejan la urgencia de replantear el modelo de movilidad urbana en España desde una mirada ciudadana y con criterios de sostenibilidad y seguridad”, sostiene Pizcueta. Y añade que la pregunta ya no es si se puede pedir un taxi a través de una app —una normalidad globalizada—, sino cómo prepararse para la llegada de nuevas tecnologías como los vehículos autónomos o la inteligencia artificial.
Un pacto para no quedarse atrás
El pasado mes de junio, #LaCiudadQueNosMueve presentó el primer Pacto por la Movilidad Urbana en España, fruto de un proceso de escucha activa a la ciudadanía. El documento ofrece un marco de acción para que ciudades como Toledo se sumen a la transformación hacia una movilidad inclusiva, planificada y sostenible.
La invitación sigue abierta. Para la alianza, es el momento de abandonar debates anclados en el pasado y apostar por soluciones que garanticen que moverse en la ciudad sea posible para todos, en cualquier momento y circunstancia. La movilidad no es solo un servicio: es un derecho ciudadano, un factor de igualdad y un motor económico de primer orden.