El arzobispo de Toledo pide a los estados producción y consumo sostenibles

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido para presentar las IV Jornadas Pastorales
photo_camera El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, en una imagen de archivo

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha pedido a los estados conseguir "una producción y un consumo sostenibles" a nivel mundial, ya que --según añade-- "es el destino universal de los bienes, es el bien común y es una manera que ayuda a que no haya tantas guerras para que no haya desequilibrios que llevan siempre al conflicto".

Así se ha pronunciado Rodríguez en su Escrito semanal, en el que exhorta a los católicos a luchar por estas cosas, ya que la pobreza extrema y el hambre "no son justas". "Tenemos que decirlo y, en la práctica, hacer cosas concretas, y no sólo lamentarse y sentir lástima, cuando deberíamos sentir vergüenza", ha agregado.

El arzobispo de Toledo lamenta que grandes y pequeños productores digan que "el mercado es el mercado". "Más los grandes, sin duda, pues otros más pequeños luchan para sacar adelante su empresa pequeña. Y a mí me parece bien que se aluda a las leyes del mercado, pero ¡cuidado!: mercado no es deforestar y erosionar la tierra para producir más, aunque se emitan polución a toneladas. Eso no es mercado, es pecado, sencillamente".

"Tampoco es mercado que los alimentos hayan dejado en buena parte, en lugares concretos de nuestro mundo, de ser comida para saciar el hambre de la persona y se han convertido en un activo financiero más con el que los inversionistas puedan especular para ganar dinero pura y duramente. No es mercado acaparar tierras, destruir insensatamente la biodiversidad, o contaminar ríos y tierras por el uso de productos químicos en proporciones destructivas", argumenta.

Bajo su punto de vista, mercado "es que todo el mundo pueda vender y no estar condenado a no entrar en los circuitos comerciales, condenando a países y comarcas a no poder poner sus productos y malvenderlos a los que sólo buscan su provecho", ha señalado Rodríguez.

Con todo, Rodríguez pone en valor la labor de los voluntarios de Manos Unidas, que trabajan "denodadamente" por conseguir dinero y habilitan medios para llevar a cabo proyectos de desarrollo y alimentación donde hay hambre y podría haber más alimentos, "pues es evidente que la madre tierra tiene capacidad de producir mucho más y alimentar a sus hijos, que somos todos, no unos cuantos privilegiados".

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